En el año 2002, la New Scientist Magazine publicó un muy particular artículo
sobre el extraño caso de un hombre que desarrolló prácticas sexuales alteradas,
entre las que se encontraban deseos de mantener actos sexuales con menores. ¿Qué
pudo haber llevado al hombre a presentar tan oscuros deseos, que incluso
legalmente se terminó declarando "inocente"?
El extraño caso.
Necesidades sexuales alteradas.
Con 40 años de edad, un maestro de escuela felizmente casado (identidad no
revelada) llevaba lo que se considera una vida normal, cuando comenzó a
presentar un fuerte interés sexual enfocado en infantes. Rápidamente, el
hombre comenzó a visitar en secreto sitios web de pornografía infantil y a
solicitar prostitutas en salones de masajes, actividades que no había
realizado ni pensado realizar anteriormente. Si bien, el hombre sintió que
su nuevo comportamiento era inaceptable, en sus propias palabras,
"el 'principio de placer' anuló su control".
Legalmente pedófilo.
Al no lograr satisfacer sus deseos, el hombre comenzó a realizar sutiles
insinuaciones sexuales hacia niños pequeños. No pasó mucho tiempo cuando su
esposa lo descubrió, tras lo cual fue desalojado legalmente de su casa,
declarado culpable de abuso de menores y medicado por pedofilia.
El juez dictaminó que tenía que aprobar un programa de rehabilitación de 12
pasos de Adictos al Sexo Anónimos o enfrentarse a una pena de cárcel. El
susodicho eligió la segunda opción, pero fue rápidamente expulsado de las
sesiones después de no poder abstenerse de pedir sexo a las mujeres del
programa.
Dibujo realizado por un infante víctima de violación. |
Dibujo realizado por un infante víctima de violación. |
Problemas de salud.
La noche antes de ser dictada su sentencia en prisión, el hombre acudió al
hospital quejándose de un fuerte dolor de cabeza y diciendo que temía violar
a su casera.
Después de ser internado en atención psiquiátrica, se quejó de problemas de
equilibrio y una resonancia magnética reveló que tenía un tumor cerebral del
tamaño de un huevo. Otras pruebas determinaron que el hombre tampoco podía
escribir ni copiar dibujos y no le preocupaba orinarse encima.
El cáncer estaba localizado en el lóbulo derecho de la corteza orbifrontal,
que se sabe que está relacionada con el juicio, el control de los impulsos y
el comportamiento social.
Inmediatamente, el hombre fue sometido a una cirugía para extirpar el tumor.
Recaída.
Siete meses después de que le extirparan el tumor, y tras completar con
éxito el programa de Sexólicos Anónimos, el hombre regresó a casa. Sin
embargo, en octubre de 2001 este se quejó de dolores de cabeza y volvió a
coleccionar pornografía en secreto. Después de una nueva resonancia
magnética, esta reveló que el tumor había vuelto a crecer.
Rápidamente, el tumor fue extirpado y el comportamiento volvió a
desaparecer, dejando a nuestro protagonista totalmente recuperado.
Posturas médicas.
De acuerdo a los neurólogos Russell Swerdlow y Jeffrey Burns, de la
Universidad de Virginia en Charlottesville, Estados Unidos, este es el
primer caso reportado que relaciona los daños en la región del lóbulo
derecho de la corteza orbifrontal con la pedofilia.
"Se trata de la neurología de la moralidad", afirma Swerdlow. Dado
que la zona no afecta la salud física,
“es una de esas zonas donde se pueden sufrir muchos daños y un médico
nunca sospecharía que algo anda mal”, afirma.
"No estaba fingiendo", dice Burns.
“Pero si alguien argumenta que todo pedófilo necesita una resonancia
magnética, la diferencia en este caso fue que el paciente tenía una
historia normal antes de adquirir el problema. La mayoría de los
pedófilos desarrollan problemas a una edad temprana”.
Pauta para el futuro.
Swerdlow sugiere que los médicos que ven cambios de personalidad junto con
una incapacidad para escribir o copiar imágenes ahora deberían considerar
una enfermedad cerebral como una posible causa.
El neurólogo conductual David Rosenfield, de la Facultad de Medicina Baylor
de Houston, agregó:
“Tienen un paciente interesante. Me preguntaría si el tumor provocó
cambios hormonales”.
Rosenfield cree que se deberían investigar más investigaciones si otros
problemas de la corteza orbifrontal pueden estar relacionados con la
pedofilia.
Burns y Swerdlow presentaron sus hallazgos en Nueva York en la reunión anual
de la Asociación Americana de Neurología.