***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
El dia 7 de abril de 2019, un turista tailandés daba un paseo a través de un
sendero en la paradisíaca isla de Ko Si. Chang, en Tailandia, cuando,
para su sorpresa, el hombre se encontró con el cadaver ensangrentado y con la
cabeza destrozada de una mujer joven oculto entre 2 paredes de roca.
El cadaver.
Corría la tarde noche (alrededor de las 6 de la tarde) del domingo 7 de abril
de 2019 en la bella isla de Ko Si. Chang, ubicada en el Golfo de
Tailandia, cercana a la capital de Tailandia, Bangkok, cuando un turista de la
misma nacionalidad que se encontraba dando un paseo a los alrededores del
remoto palacio de piedra de Phra Chulachomkla se encontró con una figura
extraña situada entre 2 paredes de piedra y cubierta por hojas secas. Al
acercarse al extraño hallazgo, el hombre se llevó la sorpresa de su vida al
encontrarse con el cadaver de una mujer joven completamente desnuda, acostada
sobre un charco de su propia sangre y con claras señales de violencia en sus
piernas y en su cabeza.
Rapidamente, el hombre contactó con las autoridades correspondientes para el
levantamiento, investigación y resolución del caso.
Identificada.
Una vez iniciado el proceso de investigación, el equipo de detectives
encargado del caso identificó a la víctima como Miriam Beelte, una joven
alemana de 26 años de edad, quien además de presentar una pierna fracturada,
sus heridas indicaban que había sido violada y finalmente asesinada mediante
varios golpes con un objeto contundente en la cabeza.
Miriam Beelte, quien todavía vivía con sus padres, era una joven confiada,
metódica y segura de sí misma que gustaba de pasear a su perro y jugar
voleibol. Estudió ingeniería mecánica en la Universidad de Hannover y casi
inmediatamente después de graduarse en 2018 encontró trabajo como ingeniera
mecánica en iSi Automotive, un proveedor de automóviles con operaciones a
nivel internacional.
Fue dicha empresa la que decidirá enviar a la joven al sudeste asiatico para
negociar algunos trabajos de diseño con proveedores del país. Trabajo que
Miriam decidió combinar con unas vacaciones cortas, pasando varios días
adicionales en Tailandia
Miriam primero se trasladó hasta Bangkok, para posteriormente viajar a
Pattaya, en el este de Tailandia, y finalmente a la isla Ko Si. Chang, ubicada
frente a la costa de Pattaya.
Últimas horas.
El domingo 7 de marzo de 2019, Miriam abordó un ferry hacia la isla para un
viaje corto en el que probaría los mariscos locales, además de visitar los
antiguos templos repartidos en la isla. Una vez en el lugar, Miriam alquiló
una motocicleta para recorrer la isla y se dirigió a un monumento de piedra
ubicado en la cima de la colina. De acuerdo a una cámara de seguridad ubicada
a un costado de las escaleras, la joven estacionó el vehiculo y emprendio la
subida. La cámara no registraría su regreso.
Asesino identificado.
Tras analizar la cinta de video, los detectives se percataron de la presencia
de un hombre quien, tras haber comprado flores, emprendió camino hacia la cima
de la colina. El equipo interrogó al vendedor de flores, quien les mencionó
que, al bajar, el hombre tenía la ropa mojada y descolorida, al parecer
ensangrentada. El vendedor había tomado nota mental del sospechoso, además de
tomar nota de la matrícula de su motocicleta.
Fue gracias a esta información que las autoridades localizaron al principal
sospechoso bajo el nombre Ronnakorn Romruen, un limpiador de playas de 24 años
de edad y nacionalidad tailandesa.
Ronnakorn fue interceptado al día siguiente de encontrarse el cadaver de
Miriam, durante su labor en la playa. Rápidamente el hombre fue interrogado y,
cediendo ante la presión, confesó su crimen.
En declaraciones a la policía, Ronnakorn reconoció ser un consumidor habitual
de metanfetamina. Cuatro horas después de ser interrogado, admitió haber
asesinado a Miriam.
De acuerdo a sus declaraciones, Ronnakorn llegó a la base del templo en su
motocicleta alcoholizado y drogado, cuando observó a la joven Miriam bajandose
de su vehículo y emprendiendo la subida al templo. Fue entonces que Ronnakorn
decidió comprar una flores para la joven y proponerle mantener relaciones
sexuales. No hace falta mencionar que Miriam, asustada, se rehusó a la
indecente propuesta del hombre y decidió huir. Para su desgracia, Ronnakorn
solo estaba esperando el momento para abordarla. El hombre tomó a Miriam y la
introdujo en el bosque, donde la inmovilizó para agredirla sexualmente.
Una vez consumada la violación, Miriam huyó despavorida del lugar. Para su
desgracia, esta tropezó y, al no ver más opciones, Ronnakorn decidió asesinar
a Miriam golpeandola en la cabeza con un ladrillo en repetidas ocasiones:
"Ella bajó corriendo las escaleras para intentar escapar. Luego se cayó y
la alcancé.
"Cuando se cayó, me puse encima de ella y la golpeé en la cara y el
cuello con la piedra para evitar que se escapara".
Ronnakorn entonces tomó el cuerpo ensangrentado de Miriam y lo arrastró colina
arriba para intentar ocultarlo en una zona ligeramente boscosa y rocosa, al
arrojarlo en un barranco poco profundo, para posteriormente cubrirlo de hojas
secas.
La policía llevó a Ronnakorn a su casa para señalar qué ropa llevaba durante
el ataque, además de obligarlo a recrear como fue que cometió el asesinato.
Juicio y condena.
3 meses después del asesinato de Miriam Beelte, se llevó a cabo el juicio en
contra de Ronnakorn, donde el hombre se decaró culpable de asesinato,
recibiendo la pena de muerte como condena.
Su madre visitó a Ronnakorn en prisión, llevándole algo de ropa. Nongluck
Phosang, de 43 años, explicó a los periodistas que no vivía con su hijo:
"Mi hijo y yo no vivíamos juntos, así que no sabía mucho sobre lo que él
hacía habitualmente durante el día. Sólo sabía que trabajaba en un barco y
recogía basura en las playas”.
Ella lo describió como un hombre tranquilo, normal y "como la mayoría de los
chicos" de la isla. En aquel momento pidió disculpas a la familia de la
alemana en nombre de Ronnakorn, de 24 años. Prometió aceptar la decisión del
tribunal en su momento y se anticipó al veredicto y la sentencia de este
jueves al afirmar que su hijo merecía "el castigo legal completo" por sus
acciones que aterrorizaron la isla de Ko Si Chang aquel fatidico domingo.