EL KIT DEL SUICIDIO. +21

***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción). 
Fotografías con fines informativos y educativos.

Durante las décadas de los 90s y 2000s, fue comercializado en Estados Unidos y más países del mundo un sencillo kit con la promesa de ayudar a las personas a terminar con su vida. Kit que, años más tarde, culminó con su ilegalidad en su estado de procedencia.




El kit.

Comercializados bajo la marca "GLADD Group" ("Glorious Life and Dignified Death" - "Vida Gloriosa y Muerte Digna") durante los años 90s y 2000s, el denominado kit del suicidio se compone de una bolsa de plástico (del tamaño suficiente para ingresar la cabeza) cosida a una suave banda elástica alrededor de la abertura y ajustable al cuello, junto con otra pequeña abertura para colocar un tubo de plástico ya incluido, además de un diagrama de usuario.



El kit era promocionado a través de internet, el cual era adquirido por un precio de $60 dls (alrededor de $600 pesos mexicanos de la época) y enviado por correo postal en una caja de cartón con un sello de una mariposa. Una vez que el comprador recibía su producto, este debía conseguir por cuenta propia un par de tanques de helio, conectarlos con el tubo al interior de la bolsa con la cabeza dentro, asegurarla a la altura del cuello para evitar el escape del gas y respirarlo durante varios minutos hasta conseguir una denominada "muerte indolora".



¿Cómo se produce la muerte?

En una situación de asfixia normal, el cuerpo no puede exhalar el exceso de CO2 que hay en el sistema. Este exceso provoca la respuesta hipercápnica, que es lo que genera una sobrecogedora sensación de pánico que nos urge a respirar. Se suele inhalar un gas como el helio o el nitrógeno en estos dispositivos, porque pese a estar privando al cuerpo de oxígeno, la persona exhala CO2 de forma natural y por lo tanto no se produce ningún pánico. En estas circunstancias, la muerte es pacífica con alguna posible sensación de euforia debido a la hipoxia hipocapnica descrita. 

En otras palabras, el organismo es engañado creyendo que aún está respirando cuando en realidad se está asfixiando.

Este método también hace que la causa de la muerte sea difícil de rastrear si la bolsa y el tubo que insufla el gas se retiran antes de que se informe de la muerte.




Responsable.

Bajo el apodo "la abuelita de la muerte", el kit fue comercializado por Sharlotte Hydorn, una profesora de ciencias jubilada con ingresos por pensión y varias propiedades de alquiler, de más de 70 años de edad y residente de San Diego, Oregon, quién adaptó su "kit de salida" a partir de diseños que vio por primera vez en una reunión de la Hemlock Society en la década de 1990.



Hydorn explicó el funcionamiento del kit, así como que la idea se le ocurrió tras la muerte de su esposo, Rex, en 1977, victima de cáncer de colon:

"Cuando lo conectas, el cerebro piensa que vas a echar una siesta. En ese momento pierdes el conocimiento y 20 minutos después todo termina. Las manos quedan heladas y falleces".

"Debemos preocuparnos por ayudar a los demás. Hay mucho dolor y muchos problemas en el mundo. Él [su esposo] pasó dos años con dolores horribles. Cuando estaba en el hospital lo único que pedía era que lo llevaran a casa. Fue cuando se me ocurrió la idea", dijo la anciana, quien aseguró que no siente ni remordimiento ni pena por sus clientes.




De acuerdo a Hydorn, su objetivo era ayudar a las personas con enfermedades terminales a culminar con su sufrimiento:

"Yo solo quería ayudar a la gente, quise dar a las personas enfermas la libertad de morir en sus casas, con los amigos y su familia".

"La mayoría de ellos sufrían de enfermedades terminales. Creo que estaba haciendo un buen trabajo ayudándolos a morir. Los aparatos funcionan de maravilla".



Hydorn comenzó por vender dos equipos al mes, pero estos adquirieron cierta popularidad que llegó a vender un promedio de 60 mensuales. Tenía clientes en 45 estados y su fama llegó al extranjero, enviando pedidos a 25 países.

Las demandas eran tantas que Hydorn no tiempo tenia para cobrar los cheques que le mandaban. Se sabe que la mujer vendió más de 1,300 kits a personas en todo Estados Unidos y el extranjero. La mayoría de ellos se comunicaron con ella por correo o por teléfono. 



Investigación judicial.

Fueron casi 20 años los que el kit del suicidio estuvo disponible al público, hasta que una mañana de mayo del 2011 Sharlotte Hydorn se sorprendió cuando sonó el timbre de su puerta a las 7:30 am y escuchó las voces de hombres que amenazaban con entrar por la fuerza.

Al abrir la puerta, la anciana se encontró con una docena de agentes federales que estaban allí para confiscar los kits que comercializaba.



Nick Klonoski.

Resulta que en diciembre de 2010, Nick Klonoski, de 29 años, fue encontrado por su hermano en su habitación con una bolsa GLADD sobre su cabeza, conectada a dos tanques de helio. Klonoski sufrió de síndrome de fatiga crónica durante años y a menudo estaba deprimido, dijo su hermano. Y ya que su madre ejercía como jueza federal en Oregon, el caso se tornó prioritario.

Nick Klonoski


Fue así que la investigación condujo a Sharlotte, quien recibió a los agentes armados del FBI que procedieron a pasar el día en su modesta casa confiscando sus archivos, como los nombres de las personas a las que había enviado las Bolsas de Salida, cheques regados, su computadora, su máquina de coser, su correspondencia con personas de Final Exit Network, un grupo que brinda apoyo a personas que buscan poner fin a sus vidas, y, más tarde, a Correos donde confiscaron las pequeñas cajas blancas con una mariposa, esperando ser entregadas a las personas que le habían enviado un cheque. 



Posteriormente, muchas de estas personas fueron visitadas por el FBI y la policía local en sus ciudades y países, para “controles de bienestar” y asegurarse de que no tuvieran intenciones suicidas. Muchas de estas “autoridades” se enteraron de que estas “víctimas” francas gozaban de buena salud ahora y de por qué estaban tan agradecidas de tener su bolso, en caso de que las cosas empeoraran y quisieran salir con dignidad. Más tarde, algunas de estas personas recibieron una carta que decía que tenían derecho a una “¡Compensación para las víctimas!”

Tras investigar el caso, las autoridades descubrieron que hubo por lo menos seis casos confirmados de suicidios con los equipos fabricados por la anciana, entre ellos un joven de 19 años.





Condena.

Final Exit Network le encontró un buen abogado local y ayudó a Sharlotte a pagar sus honorarios legales. Los fiscales dijeron que ella no tomó ninguna medida para verificar la condición física, edad, identidad o estado mental de sus clientes y, por lo tanto, no tenía idea de si sus kits estaban siendo comprados por personas que padecían depresión o por menores que actuaban sin el consentimiento de un adulto.

Muchos se pronunciaron en contra del negocio de Hydorn, incluida la familia de Nick Klonoski, quien se quitó la vida usando el kit:

“En una sociedad donde tanta gente sufre de depresión y otros trastornos de salud mental”, dijo en una audiencia Zach Klonoski, hermano de Nick, “esta empresa ha encontrado su nicho en el mercado vendiendo la muerte. Esto es análogo a poner una máquina expendedora de armas al lado de una clínica para la depresión. La compañía Gladd, llamada así para evitar sospechas en caso de que algún miembro de la familia firmara o encontrara el paquete, ganó 60 dólares con la muerte de mi hermano”.



Sharlotte defendió su negocio: 

"Estoy haciendo lo que puedo para mejorar el mundo. Aquí hay mucha angustia y dificultades".


A pesar de considerar que Hydorn ayudaba a gente a suicidarse, la mujer fue demandada únicamente por no pagar los impuestos correspondientes a los beneficios que obtuvo, entre los años 2007 y 2011, cuando fue arrestada. No a lo largo de toda su carrera "empresarial".

Las autoridades descubrieron que tampoco pagó los impuestos de su casa ni los de la pensión que recibía en calidad de maestra retirada.



Hydorn se declaró culpable del cargo fiscal que se remontaba a 2007 y reconoció que obtuvo más de $150,000 dólares en ingresos de diversas fuentes durante ese período, incluida la venta de kits de helio.

En mayo de 2012, Sharlotte Hydorn fue sentenciada en un tribunal federal por cargos de impuestos sobre la renta y se le impuso una multa de $1,000 dólares, así como 5 años de libertad condicional. En el fondo, el juez fue generoso con ella, ya que la fiscalía pidió un año de cárcel y que restituyera a Hacienda unos $25,000 dólares en impuestos retrasados.



Últimos años de Sharlotte.

En 2012, como parte de la celebración del 25 aniversario de la Sociedad Hemlock de San Diego, Sharlotte recibió un premio por su labor humanitaria y valiente en la lucha por una muerte digna. Ella sostiene su certificado en la imagen, luciendo más radiante y desafiante que nunca. Recibió una gran ovación de parte de los miembros.



Ante las críticas por haber comercializado su kit del suicidio, Sharlotte compartió:

"La gente me ha dicho, ya sabes, ¿qué piensas... alguna vez has considerado que irás al infierno por hacer esto. Y les he dicho, y se ha informado, me he visto o oído decirlo en las noticias, que si creen que voy a ir al infierno, ¡entonces pueden ir al infierno!".


Sharlotte Hydorn murió el 12 de diciembre de 2013, en su casa de San Diego, bajo cuidados paliativos, a los 93 años.



Repercusiones.

Tras el cierre del caso, La legislatura de Oregón propuso una ley que tipifica como delito grave vender “cualquier sustancia u objeto a otra persona sabiendo” que esa persona planea usarlo para suicidarse, consiguiendo que el kit del suicidio no se siguiera comercializando en Oregón, uno de los dos únicos estados (el otro es Washington) con leyes que legalizan el suicidio asistido por un médico para personas con enfermedades fatales e incurables.



Cápsula informativa del caso. (Subtítulos dentro de YouTube)

E. NYGMA

Escritor y fundador de ZD TERROR. Amante de lo macabro y oscuro, de lo absurdo y del humor negro. Influenciado por artistas tales como Stephen King, Edgar Allan Poe, Darren Bousman, Rob Zombie, James Wan, Marian Dora, David Lynch, Quentin Tarantino, Christopher Nolan, Zack Snyder, entre otros. Futuro cineasta.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

OVNI (Pulsa sobre el anuncio)

 


X FACTORY (Pulsa sobre el anuncio)