Rompiendo el esquema y fórmula que presentaba el cine de Terror durante la década de los 90s, la exitosa "Scream", de 1996, presentó una impactante secuencia de apertura de 15 largos minutos, así como un intrigante tercer acto de alrededor de 42 minutos. Secuencia que los realizadores detrás del largometraje no tenían ni idea de lo desastrosa que sería filmarla.
Escena 118.
Aportando la mayoría de muertes dentro del largometraje, el tercer acto de "Scream" significó semanas enteras del calendario de rodaje de la película dedicadas enteramente a esta compleja escena final, que representa más de un tercio del tiempo de ejecución de "Scream".
Con 42 minutos de duración, el tercer acto de la película presentó aspectos prácticos de filmar que impulsaron a algunos de los cineastas hasta el punto de ruptura. El rodaje fue tan largo, complejo y arduo que la denominada escena "Escena 118" durante el rodaje quedó conmemorada en camisetas hechas por el equipo que decían "Sobreviví a la escena 118".
¿Por qué tardó tanto?
Fueron 21 largos y tortuosos días los que tomó filmar la escena 118 ya que el final presentaba la mayoría de las escenas de muerte de la película y los escenarios más ambiciosos, así como su persecución más larga. Sin embargo, una gran cantidad de problemas de producción también complicaron aún más las cosas. La escena de la muerte de Tatum fue difícil de rodar, ya que la actriz Rose McGowan luchaba por permanecer dentro de la puerta del garaje de utilería, mientras que el actor de Kenny, W. Earl Brown, evitó por poco resultar herido cuando un truco que involucraba el cadáver de su personaje salió mal. El momento en que Sidney apuñaló a Billy también casi termina en tragedia cuando la punta de un paraguas golpeó en la cicatriz de cirugía cardíaca de la vida real del actor Skeet Ulrich.
