***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
El 29 de agosto de 2018, en la comunidad de San Vicente Boquerón, Puebla,
México, Alberto Flores Morales y Ricardo Flores Rodríguez fueron
violentamente linchados por una furiosa turba de alrededor de 150 personas,
bajo el motivo de ser secuestradores de niños. Esto último resultó ser falso.
Antecedentes.
Alberto Flores Morales, de 53 años, y Ricardo Flores Rodríguez, de 21, eran
tío y sobrino, de entre los cuales, el joven Ricardo era estudiante de Derecho
en Jalapa, Veracruz, quien apenas había regresado a Tianguistengo a trabajar
las tierras de su familia.
El linchamiento.
El 29 de agosto de 2018, Alberto Flores y Ricardo Flores transportaban
materiales de construcción en su camioneta, cuando decidieron hacer una pausa
en la localidad de Boqueron, Puebla, para descansar y tomar unas cuantas
cervezas.
No paso mucho tiempo cuando una patrulla llegó al lugar, tras lo cual ambos
hombres fueron detenidos por las autoridades de Acatlán de Osorio, Puebla, por
ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública.
Tras las rejas, Alberto y Ricardo se llevaron una gran sorpresa cuando se
percataron de una furiosa turba afuera de la comisaria de Acatlán, quienes,
encabezados por Adrian N., integrante de Antorcha Campesina, exigían justicia
contra los "roba chicos", pues estaban convencidos de que los dos hombres
estaban ahí para robar niños, gracias a la información que circulaba en
Facebook y Whatsapp.
La furia era tal, que la multitud logró romper las cerraduras de la celdas
en las que fueron puestos tío y sobrino y ante la presencia de los policías,
que se vieron superados en cantidad por los lugareños, los sacaron a golpes,
arrastrándolos a la vía pública para vapulearlos casi hasta la muerte, pero
el “castigo” no era suficiente.
Por si fuera poca la convocatoria, el autodenominado periodista del pueblo,
identificado como Francisco Martínez, realizó una transmisión por Facebook
Live, en la que llamaba a las personas a asistir a las afueras de la
comisaría para ver a los “roba chicos”.
“Gente de Acatlán de Osorio, apoyen, apoyen, porque créanme ahorita aquí
están los secuestradores”, decía Martínez en su transmisión en vivo.
Para cuando ocurrieron los hechos, ya había más de un centenar de personas en
el lugar. Varias de estas, rociaron con gasolina a los dos hombres y les
prendieron fuego, como si nada, como si fueran una pila de papel o desechos en
la calle. Aplaudían al verlos arder en llamas, pese a sus gritos de dolor y
desesperación.
Tal fue el alcance del directo que Charo Rodríguez, madre de Ricardo Flores,
era una de las más de 800 personas que se conectaron para ver en vivo el
terrible espectáculo. Fue en eso momento que Charo vio en directo como le
prendían fuego a su hijo y su cuñado.
La mujer decidió escribir un comentario en la transmisión en vivo en el cual
declaró:
''No sé, no sean ingratos. Él es mi hijo no le hagan daño por favor, él
no es ningún secuestrador él es de Tianguistengo junto con su tío,
ingratos por qué quemaron su camioneta si ellos no son secuestradores soy
madre, tiéntense el corazón por favor. Él es mi hijo, no le hagan daño por
favor son de Tianguistengo".
Durante la transmisión, la cual circuló en redes sociales hasta que Facebook
la censuró por sus políticas contra la violencia, se podía escuchar a varios
incitando al linchamiento: "¡Maten a los perros! ¡Quémenlos vivos!".
Otra versión del suceso, compartida por los pobladores, indica que la policía
municipal iba a dejar libres a los sujetos, por ello la turba presionó a los
policías para que se los entregaran. Debido a dicha presión, dos uniformados
tomaron la decisión de sacarlos de la prisión y entregarlos a los
pobladores.
Investigación.
Fake news.
Al realizarse las investigaciones se reveló que fue debido a que una maestra
de la localidad se percató de que Alberto y Ricardo se encontraban
ingiriendo alcohol en vía publica que, tras pensar que se trataba de dos
“roba chicos”, su instinto la llevó a compartir la información de los dos
hombres junto con una fotografía, enviada por Whatsapp.
Como cadena enviada por familiares en esta red social, la noticia se propagó
rápidamente, al punto en que una patrulla llegó hasta el lugar donde se
encontraban Alberto Flores y Ricardo Flores Rodríguez para aprehenderlos.
Responsable detenida.
El 28 de diciembre de 2020, se compartió un boletín de parte de la Fiscalía
General del Estado de Puebla, en el que se reveló a la que sería la
responsable el horrible suceso.
Derivado de las pruebas aportadas, la Fiscalía General del Estado de Puebla
obtuvo sentencia condenatoria contra Agustina N., responsable del delito de
homicidio calificado cometido en agravio de dos hombres.
En audiencia, el Agente del Ministerio Público acreditó la participación de
la sentenciada en los hechos ocurridos el 29 de agosto de 2018 en la
localidad de San Vicente Boquerón perteneciente al municipio de Acatlán de
Osorio, donde un hombre y su sobrino fueron privados de la vida por un grupo
de personas.
Mediante análisis de información y el desahogo de numerosas diligencias, la
Fiscalía de Puebla constató que Agustina N. recolectó dinero para pagar un
servicio de perifoneo que incitaba a la población a ocasionar la muerte de
las víctimas que eran señaladas de cometer un delito.
Tras dar seguimiento al proceso jurídico, la Fiscalía de Investigación
Regional, logró que el Tribunal de Enjuiciamiento Unitario dictara una
sentencia de 22 años de prisión contra Agustina N., quien además fue
condenada a pagar la reparación del daño material y moral por el delito de
homicidio calificado.
Funerales.
El 31 de agosto de 2018, los cuerpos de Alberto y Ricardo Flores fueron
recibidos en Tianguistengo entre lágrimas, sollozos y exigencia de justicia
los despidieron.
Entre llanto, familiares caminaron por las calles de la comunidad de
Tianguistengo, ubicada en Acatlán, con los dos ataúdes, uno gris y otro
blanco, llegando hasta el templo del pueblo donde el cura encabezó una
ceremonia luctuosa.
Al final los allegados llevaron en medio de flores y con música de mariachi,
a los dos cuerpos al panteón de la comunidad.
Rosario Rodríguez, madre de Ricardo, exigió justicia, pues dijo que su hijo
estudiaba Derecho en Xalapa, Veracruz, y era muy tranquilo. El 29 de agosto
acudió con su tío para ayudarlo a construir una barda.
“Quiero cabeza del presidente municipal, porque él (Guillermo Martínez)
es el responsable de la muerte de mi hijo y de mi cuñado”, comentó.
La abuela de Ricardo Flores, Petra García declaró:
"No se vale lo que hicieron injustamente, tengan por seguro que ellos no
fueron los roba chicos, ellos no acostumbraban esas cosas".
Repercusiones.
Tras estos hechos, el gobierno de Puebla culpó al municipio encabezado por
Guillermo Martínez por saltarse los protocolos de seguridad y no dar aviso del
linchamiento a la policía estatal y a la Secretaría de Gobierno.
Por el linchamiento de Alberto y Ricardo, cinco policías municipales fueron
presentados ante la Fiscalía del Estado para ser investigados por omisión y
delitos contra la procuración de justicia.