La polémica traída por el estreno de la controversial "Winnie the Pooh: Blood and Honey" continúa, con los reportes de una proyección escolar del largometraje en Florida, Estados Unidos.
De acuerdo a la información, el pasado 2 de octubre de 2023, un profesor de matemáticas de The Academy of Innovative Education, una escuela charter K-12 en Miami Springs, Florida, Estados Unidos, realizó una votación entre sus alumnos de 4to grado, con los estudiantes votando por ver la reinvención en formato Slasher del tierno osito Winnie the Pooh, pero luego lo pensaron mejor al ver lo aterradora que era.
Los padres se molestaron con el maestro, tanto por permitir que los estudiantes eligieran la película como por no apagarla rápidamente después de que quedó claro que no era apropiada para su edad:
"Estuvieron expuestos durante 20 a 30 minutos a una película llamada "Winnie the Pooh, Honey and Blood".
"Me siento completamente abandonada por la escuela".
Él no detuvo la película, a pesar de que había niños que decían: 'Oye, detén la película, no queremos continuar esto'".
"No les corresponde a ellos decidir lo que quieren. Depende del profesor observar el contenido".
BS News Miami contactó a la directora de la escuela, la Sra. Vera Hirsh, quien hizo una declaración:
"La Academia para la Educación Innovadora se ha dado cuenta de que el lunes 2 de octubre de 2023 se proyectó a alumnos de cuarto grado un segmento de una película de terror que no era adecuado para el grupo de edad. Nuestra administración abordó rápidamente este problema directamente con el maestro y ha tomado las medidas adecuadas para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes.
"Estamos monitoreando activamente a los estudiantes y nuestro consejero de salud mental y el director ya se han reunido con aquellos estudiantes que han expresado preocupaciones".
Cabe resaltar que las quejas se produjeron en medio de un torrente de controversia en torno a la impugnación o eliminación de libros y otros materiales educativos de las escuelas públicas de Florida como parte de una campaña organizada por grupos de intereses especiales de derecha. Irónicamente, esos grupos en gran medida dejan en paz a las escuelas charter y privadas. Su atención también tiende a centrarse en cuestiones sexuales y culturales, más que en la violencia.
