***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
"Orozco: El Embalsamador" es un documental japonés, filmado en Colombia, del
año 2001, centrado en el trabajo de Froilán Orozco, un ex oficial del ejército
dedicado a embalsamar y preparar a los difuntos tras su fallecimiento.
El documental.
Considerado como un film mondo, el impactante documental fue realizado por el
controversial fotógrafo japonés, Kiyotaka Tsurisaki, durante un periodo de 3
años. Quien, tras interesarse en registrar la época de Terror propiciada por
el narcotráfico, se sumergió en las profundidades de la considerada calle más
peligrosa de Bogotá, Colombia, 'El Cartucho', donde conoció a Froilán Orozco
Duarte, un ex oficial del ejército colombiano, que quiso redimir sus
pecados en las zonas de conflicto, dándole un final digno a quienes llegaban a
su rústica morgue tras morir en situaciones ligadas a la violencia.
Kiyotaka Tsurisaki |
Fungiendo como un estudio sobre la muerte en Colombia, "Orozco: El
Embalsamador" profundiza en el trabajo de Froilán Orozco, quien habría
manipulado más de 50 mil cadáveres en 40 años de profesión con herramientas
poco convencionales, pues utilizaba cuchillos de cocina, baldes, esponjas y
maquillaje de bajo presupuesto para ocultar los grotescos sucesos que vivió el
fallecido.
A través de 1 hora con 32 minutos, el documental presenta las distintas
labores que involucra el trabajo de un embalsamador, como lo son los
levantamientos de cadáveres en mitad de la calle por la policía, mientras que
a escasos metros cientos de curiosos, entre ellos muchos niños, contemplan la
escena, así como distintos procesos de embalsamamiento y embellecimiento de
cadáveres en la morgue, "El Divino Rostro".
Froilán Orozco Duarte.
Si bien, la vida de Froilán Orozco es un misterio y solo se sabe lo que se
retrata en el documental, una vez retirado del ejército colombiano, el hombre
pasó los últimos 40 años de su vida recibiendo los cuerpos, teniéndolos encima
de una cama de mayólica con rejillas, donde los limpiaba, quitaba los órganos
momentáneamente y retiraba toda la sangre para posteriormente rellenarlos con
tela, con el cual explicaba no se deformaba el cadáver. Una vez hecho esto,
los vestía y maquillaba para poder pasarlo a sus ataúdes, servicio en el cual
sus clientes se evitaban gastar unos 10.000 a 50.000 pesos colombianos de esa
época, gracias al bajo costo de su servicio.
A pesar de que Orozco solía trabajar solo, al final de su vida contrató a un
ayudante que se convirtió en su mano derecha y heredó su negocio.
Froilán Orozco falleció durante la realización del documental en el año
de 1999, a causa de una hernia producida por una correa que utilizaba para
mover los cadáveres desde la camilla al féretro, cuando finalizaba su proceso
de ‘embellecimiento’.
¿Leyenda urbana?
Debido a la naturaleza "shockeante" del documental, durante muchos años en la
capital Colombiana "Orozco: El Embalsamador" fue vista como una especie de
leyenda urbana, la cual solo podía conseguirse por medio de DVDs pirata.