LOS ASESINATOS DE LA CASA MIJANGOS. +18

***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción). 
Fotografías con fines informativos y educativos.

El día 24 de abril de 1989, una mujer de nombre Claudia Mijangos, mejor conocida como "La Hiena de Querétaro", se levantó a las 4 de la madrugada y cometió uno de los crímenes más impactantes en la historia de México. Asesinó a sangre fría a sus 3 hijos.



Antecedentes.

Infancia y juventud de Claudia.

Claudia Mijangos se crío en una familia funcional de clase media. Se sabe que durante su juventud fue nombrada reina de belleza de Mazatlán.​ 

Luego de graduarse en comercio, se casó con Alfredo Castaños Gutiérrez, con quien tuvo tres hijos. Después de la muerte de sus padres, la familia heredó una cantidad considerable de dinero y se mudó a la ciudad de Querétaro, México. Allí, los tres niños fueron matriculados en la escuela católica Colegio Fray Luis de León, donde Claudia Mijangos trabajaba como profesora de Catecismo.​ 

Más tarde, Claudia abriría una tienda de moda en el centro.




Conflictos maritales.

A fines de la década de los 80s, Claudia y su esposo Alfredo comenzaron a desarrollar problemas maritales. La mujer comenzó a mostrar signos de inestabilidad emocional, según familiares y amigos. La pareja asistió a terapia matrimonial con el Dr. Jaime Flores.



Según el programa Instinto Asesino, de Discovery Channel, el Dr. Flores afirmó que la aparente lucha de poder dentro del matrimonio era irreconciliable. Poco tiempo después, Claudia se obsesionó con un sacerdote llamado Ramón, otro profesor del Colegio Fray Luis de León.​ Claudia y Alfredo se separaron en 1989.

Claudia Mijangos (Chamarra amarilla) y sus hijos


El horrible crimen.

Alucinaciones.

A la edad de 33 años, Claudia comenzó a experimentar severos ataques psicóticos. Según los informes, estos ataques involucraron alucinaciones de demonios y ángeles que dejaron a Claudia atormentada psicológicamente.



Fuerte discusión.

El 23 de abril de 1989, el esposo de Claudia recogió a sus hijos de una kermés en la escuela y los llevó a la casa de Claudia. Allí, Castaños y Claudia entablaron una intensa discusión. Él le reclamó sobre el padre Ramón y manifestó su deseo de volver a estar juntos. Furiosa, Claudia defendió al padre Ramón y rechazó el deseo de Castaños de reavivar su relación. Antes de irse, Claudia amenazó a Castaños diciéndole que lo lamentaría. Después de cerrar la puerta detrás de él, Claudia subió las escaleras para arropar a sus hijos en la cama y se fue a dormir.

Casa Mijangos al momento de los asesinatos


Los asesinatos.

Unas horas más tarde, el domingo 24 de abril de 1989, alrededor de las cuatro de la mañana, Claudia se despertó con fuertes voces en su cabeza. Dijo que las voces le dijeron que Mazatlán había desaparecido y que “todo Querétaro era un espíritu”. Desesperada, Claudia llamó a su amiga Verónica Vázquez quien le pidió a Claudia que se calmara. Verónica prometió venir en la mañana para ayudarla. Tras la llamada, Claudia se levantó de la cama, se vistió, fue a la cocina y tomó tres cuchillos mientras sus hijos aún dormían.

Verónica Vázquez (Cabello corto)


Cerca de las cinco de la mañana, Claudia despertó a su hijo Alfredo de 6 años y lo atacó con uno de los cuchillos. Recostándose en su cama, le agarró la mano izquierda y se la amputó por completo. Alfredo gritó, lo que despertó a su hermana mayor, Claudia María, de 11 años, quien entró en la habitación y le suplicó a su madre que se detuviera. Cambiando de cuchillo, Claudia corrió sobre su hija mayor y la apuñaló seis veces. Herida, Claudia María logró salir de la habitación y suplicó en voz alta a su madre por clemencia. Los gritos despertaron a los vecinos. Claudia tomó el tercer cuchillo y apuñaló a su hija Ana Belén, de nueve años, en el corazón. Claudia corrió escaleras abajo en busca de Claudia María, quien se había desmayado en el piso del comedor y la apuñaló nuevamente. Luego la arrastró escaleras arriba y colocó su cuerpo sin vida en el dormitorio principal.



Escena del crimen.

La amiga de Claudia, Verónica Vázquez, llegó aproximadamente a las 8 de la mañana a la casa marcada con el 408 de la calle Hacienda Vegil, de la colonia Jardines de la Hacienda, para encontrarse con una grotesca escena.

Las paredes ensangrentadas le advirtieron que algo estaba muy mal, caminó por la casa y se encontró con el cuerpo de Alfredito de 6 años de edad. El hijo menor de Mijangos quedó a la mitad de las escaleras con un charco de sangre alrededor.

En las paredes había huellas de manos y en el piso charcos de sangre. Al ver la horrible escena, Verónica llamó a la policía y al padre de los niños, Alfredo Castaños.

Verónica Vázquez


El piso de la sala y las escaleras que iban hacia la planta alta estaban manchadas de sangre, al igual que el pasillo entre la recámara principal, la recámara del pequeño Alfredo, la recámara de las niñas y el baño.

Los investigadores afirman que por lo menos había 10 litros de sangre distribuidos por la casa. La puerta de la alcoba estaba entreabierta y el cuadro que se ofrecía a los ojos era aterrador.







En la esquina de la recámara, sobre un sillón: dos cuchillos de cocina, uno de 40 centímetros y el otro de 33 centímetros, ambos con cachas de madera en color café, limpios. Un tercer cuchillo de 31 centímetros se halló en la recámara de las hermanas Claudia María y Ana Belén, caído sobre la alfombra y lleno de sangre.







Los peritos encontraron dos cuerpos más en la vivienda, el de Claudia, la hija mayor de 11 años y el de María Belén de 9. A María Belén la encontraron en su habitación apuñalada en numerosas ocasiones, al lado, su madre estaba dormida con sangre en la ropa y con un cuchillo junto a ella.

De acuerdo a los forenses, fueron al menos 3 horas las que duró el ataque contra los menores.







Investigación policial.

Detenidos.

Al arribar las autoridades, despertaron a Claudia y la enviaron al hospital por el estado de shock que presentaba. En el hospital, después de un par de horas cuando despertó, agentes ministeriales comenzaron a cuestionarla sobre lo qué había sucedido. Ella solo decía que tenía que ir por sus hijos a la escuela, que la dejaran ir.



Mientras tanto, las autoridades retuvieron a Alfredo Castaños creyéndolo responsable de los hechos en un principio. Declaró lo que él sabía. Los había llevado un día antes en la noche después de la kermés a la casa de su madre, Claudia Mijangos.

Cuando los dejó discutió con ella una vez más, lo cual era habitual desde hace mucho tiempo. Él le dijo que volvieran, que podían arreglar las cosas, pero ella una vez más lo rechazó. Eso fue todo lo que sabía de aquellas horas en las que sucedió el terrible multihomicidio.



Corazón roto.

Castaños sabía más, pero no lo relacionó. Sabía que una de las causas por la que se estaban divorciando era porque Claudia se había enamorado de otro hombre, el padre Ramón.

De esta relación prohibida sabía el director de la escuela, el padre Rigoberto, quien habló del tema con el mismo padre Ramón y con el esposo de Claudia. El padre Rigoberto le recomendó a Alfredo que él fuera quien se quedará con la custodia de los niños, no su madre.

Al parecer después de estas advertencias o pláticas que tuvo el padre Ramón con el director de la escuela, él ya no quiso continuar con el idilio que mantenía con Mijangos. También le pesaba demasiado la traición a los votos que había hecho cuando se ordenó sacerdote.

Por toda esta complicación el padre Ramón decidió terminar con la relación. Claudia no lo tomó nada bien. Lo buscaba, lo seguía y acosaba, diría años más tarde el padre Rigoberto.



Claudia entonces empezó a hablar de que escuchaba voces, que eran ángeles que le decían que tenían que estar juntos. Ella nunca perdió la esperanza de estar con el padre Ramón.

Según dicen los peritos, este evento fue tan fuerte para ella que detonó los problemas de salud mental que venía arrastrando. Su amiga Adriana, cuenta que con sus hijos siempre fue cariñosa, que con la gente muy amable, pero unos meses antes mostraba actitudes extrañas, pero nunca violentas. Sin embargo, el terapeuta de pareja al que habían estado acudiendo Claudia y Alfredo, en un intento desesperado de él, de recuperar su matrimonio, contó que sí había advertido conductas violentas en Mijangos, pero nunca pensó que escalaran tanto, pues eran durante la terapia en donde los dos discutían y se levantaban la voz.



Interrogatorio.

Mijangos fue interrogada tras el horrible crimen, pero no recordaba nada de lo ocurrido, parecía desconocer el destino final de sus hijos. Según el interrogatorio, deliraba diciendo que sus hijos dormían y ella debía preparar el desayuno, luego cambiaba la angustia por tener que ir por ellos al colegio.

Tras las investigaciones se apreciaron los problemas psicológicos que presentaba, por lo que se determinó, tras algunos estudios, que en el momento de la tragedia Claudia Mijangos se encontraba en medio de un episodio psicótico.



Condena.

Mijangos enfrentó su proceso en el penal de Querétaro. Finalmente, el 19 de septiembre del 1991, fue recluida en el anexo psiquiátrico del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, al sur de la Ciudad de México.

El juez le impuso la sentencia más alta que se puede dictar en este tipo de casos, 30 años.



Hechos posteriores.

Claudia estuvo presa durante buena parte de su reclusión en el Centro Penal de Tepepan, en Xochimilco. Se encontraba en el sector psiquiátrico de la cárcel. 

Claudia fue operada de tiroides en el año 2007 y en el año 2009 compartió celda con la francesa Florence Cassez.

Durante mucho tiempo se corrieron rumores de que había salido en libertad y reclamado su propiedad, pero estos no eran reales. 

Finalmente, el 24 de abril del 2019, Mijangos fue liberada de la cárcel. Fue recogida del centro penal por una supuesta sobrina y según reportes periodísticos, fue trasladada a una residencia psiquiátrica de México. 

Claudia Mijangos es liberada


La casa de la “Hiena de Querétaro”, en donde ocurrieron los trágicos asesinatos, durante años fue el escenario de rituales satánicos hasta que tapiaron completamente la vivienda. A su vez, muchos creadores de contenido han ingresado en distintas ocasiones para documentar el interior del inmueble. La casa en Querétaro, actualmente continúa en abandono. 

Al día de hoy, se desconoce el paradero real de Claudia.


Casa Mijangos en la actualidad


Documental sobre el caso.



Exploración urbana a la casa Mijangos.

E. NYGMA

Escritor y fundador de ZD TERROR. Amante de lo macabro y oscuro, de lo absurdo y del humor negro. Influenciado por artistas tales como Stephen King, Edgar Allan Poe, Darren Bousman, Rob Zombie, James Wan, Marian Dora, David Lynch, Quentin Tarantino, Christopher Nolan, Zack Snyder, entre otros. Futuro cineasta.

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