***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
El 5 de junio del año 2009, en Hermosillo, Sonora, México, decenas de pequeños
de entre 5 meses y 5 años de edad, se encontraban en el interior de la
guardería ABC como parte de su rutina diaria. Lamentablemente, aquel fatídico
día se suscitó un incendio en una bodega continua que se propagó a la estancia
infantil, acabando con la vida de 49 infantes y dejando 76 heridos.
Antecedentes.
Desorden generalizado.
En el año 2009, las guarderías establecidas por parte del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) para apoyar a hijos de madres con seguro social
funcionaban en un desorden mayormente generalizado en apartados como
contratos, operación y vigilancia o supervisión de éstas. Solo 14 del total
cumplían con la normatividad adecuadamente, en tanto 49.9% carecía de la
constancia de protección civil vigente y solo 407 cumplían con el visto bueno
por bomberos locales.
Unos 223 mil niños eran resguardados por el IMSS en ambas modalidades, y según
lo observado por la SCJN, hubo una conexión directa entre el panorama
irregular de las guarderías subrogadas y el incendio en la Guardería ABC. Por
operar la guardería el IMSS pagaba por subrogación 422 mil pesos mensuales,
aproximadamente, y se encontraba en sobrecupo. De 196 lugares autorizados la
guardería tenía cerca de 220 infantes. El contrato de subrogación de la
Guardería ABC fue firmado por Juan Molinar Horcasitas y los socios de la
guardería, asociados legalmente en 2006.
El trágico incendio.
El predio, ubicado en la esquina de las calles Ferrocarrileros y Mecánicos,
de la colonia Y Griega de Hermosillo, Sonora, se encontraba en
funcionamiento desde el 6 de agosto de 2001. El mismo edificio de la
guardería era compartido por una bodega de archivos del Departamento de
Control Vehicular de la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado de
Sonora, en la cual se resguardaban placas de vehículos y archivos. Dicha
instalación se estableció en 2002, una fecha posterior al establecimiento de
la guardería y al momento del incendio no contaba con extintores o alarmas
contra incendio. Empleados laboraron desde las 8 de la mañana de ese 5 de
junio hasta aproximadamente las 14:35 horas acomodando placas y a su salida
afirman haber apagado los sistemas de aire acondicionado.
Predio antes de convertirse en guardería. |
De acuerdo a la versión oficial, el incidente ocurrió aproximadamente a las
15:00 cuando en la guardería los niños dormían la siesta y en la bodega se
sobrecalentó un sistema de enfriamiento que resguardaba cinco toneladas de
documentos, placas vehiculares y tres vehículos. El sobrecalentamiento
fundió el aluminio del motor del sistema, lo que provocó que fragmentos en
llamas cayeran sobre lo archivado.
El incendio se generalizó en la bodega y se propagó a la estancia infantil,
en la que se encontraban 176 niños resguardados y aproximadamente 50
empleados. Las llamas fundieron el poliestireno aislante del techo de la
guardería, y el fuego, así como vapores tóxicos, invadieron el área.
Testigos presenciales afirman haber escuchado una explosión y luego el
inicio del fuego y una densa columna negra de humo, lo que alertó y animó a
quienes se encontraban cerca a acudir al lugar, entre ellos negocios
cercanos como una gasolinería ubicada en contraesquina.
La falta de detectores de humo, extintores y salidas de emergencia adecuadas,
así como la rapidez del incendio por los materiales inflamables con la que se
construyó la bodega, provocaron los fallecimientos de los infantes, la mayoría
por asfixia.
Apoyo vecinal.
Vecinos de viviendas y negocios cercanos fueron los primeros en arribar
hasta el lugar para realizar labores de rescate, seguidos de rescatistas,
paramédicos y policías, que apoyaban a las educadoras y asistentes para
rescatar a más niños y niñas con vida. Pero la falta de salidas de
emergencia imposibilitaron su entrada a la guardería en llamas, por lo que
ciudadanos de áreas cercanas se dieron a la tarea de intentar sacar a las
víctimas de la conflagración que permanecían dentro. Destaca la labor de
Francisco López Villaescusa y su padre Héctor Manuel López, quienes hicieron
boquetes en los muros de la guardería para poder sacar a más niños y niñas
con una camioneta marca modelo Silverado 1997 que averiaron, así como la de
Juan López Trujillo "El Cayetano", quien rescató cerca de ocho infantes de
entre las llamas.
El propio personal de la guardería trataba de sacar del inmueble a los niños
como les era posible, en una situación de caos generalizado. Conforme
pasaban los minutos arribaban hasta el lugar los padres de los niños, muchos
de los cuales recibían atención fuera del sitio del siniestro. En casas
aledañas los vecinos trataban de consolar a los padres de las víctimas y
ayudarles a comunicarse con sus familiares. En el traslado de los niños que
eran rescatados del interior del inmueble colaboraron incluso vehículos
particulares y patrullas.
Visita presidencial.
El 6 de junio de 2009, algunos de los niños recibieron la visita del
presidente Felipe Calderón y la primera dama Margarita Zavala, manifestando
que México estaba de luto y prometiendo justicia y castigo a los culpables.
Durante ese día y el siguiente inician la mayoría de los servicios
funerarios de las víctimas.
El 9 de junio, los dueños de la guardería dieron una conferencia de prensa.
En ella declararon que ignoraban que la guardería se encontraba en riesgo, y
que las inversiones que habían realizado en conjunto con otros socios
respondían a un interés legítimo.
Víctimas.
El total fue de 49 niños fallecidos; 24 niñas y 25 niños; la mayoría por
asfixia debido al humo tóxico.
Cerca de 70 menores sobrevivientes fueron hospitalizados con lesiones de
consideración, así como 5 adultos. 26 niños y niñas fueron atendidos por
intoxicación, así como aproximadamente 30 fueron trasladados de urgencia a
Estados Unidos para recibir atención especializada por quemaduras de
distinta magnitud. Muchas de las víctimas presentan afectaciones que harán
necesarios tratamientos de por vida. Gobierno de los Estados Unidos
Mexicanos, se comprometió a pagar los gastos de estos niños heridos a la
gravedad.
Causas.
El primer peritaje hecho por la fiscalía mexicana determinó que el fuego fue
causado por un sobrecalentamiento en un sistema de enfriamiento de la bodega
contigua a la guardería.
El 4 y 5 de enero de 2010 el perito y consultor estadounidense David Smith
determinó en un segundo peritaje no encontrar indicios de actividad
eléctrica como causa del fuego y halló evidencias de que el fuego pudo haber
iniciado en cajas de archivo en la bodega de forma intencional. La labor de
peritaje de Smith fue integrada formalmente al expediente del incendio por
la PGR. El 13 de mayo de 2010 en una visita a Hermosillo el entonces
secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont, respaldó la hipótesis del
incendio provocado.
Ante la presión de los distintos grupos de víctimas, la fiscalía mexicana
encargó un tercer peritaje a la empresa LWG Consulting, diligencia a la cual
los padres de las víctimas se opusieron al afirmar que no fueron notificados
de éste, como lo indican en su juicio las leyes mexicanas.
Juicio ciudadano.
El 5 de mayo de 2010, organizaciones ciudadanas realizaron un juicio
ciudadano, sin validez jurídica, en la ciudad de Hermosillo. Después de
deliberar en distintas mesas de trabajo y realizar una evaluación de la
actuación de las distintas autoridades involucradas en el incendio, declararon
culpables a distintos funcionarios por su presunta participación, así como a
los propios dueños de la guardería, emitiendo una condena pública con efectos
informativos. El 29 de mayo de 2011 en la Ciudad de México, otro tribunal
ciudadano compuesto por activistas, juristas y académicos condenó a distintas
instancias de gobierno, en tanto que a Daniel Karam Toumeh y a Molinar
Horcasitas los condenó a trabajos comunitarios y denegación del servicio
público.
¿Incendio provocado?
Dentro de la investigación surgieron distintas declaraciones ante la PGR de
parte 3 supuestos testigos, quienes aseguran que el incendio fue provocado
bajo ordenes de el, en ese entonces, gobernador de Sonora, Eduardo Bours, con
el objetivo de eliminar información comprometedora. Lamentablemente, la
operación se saldría de control, terminando así con la vida de 49 infantes.
Según agentes del Ministerio Público Federal de la PGR, los testimonios "fueron considerados insuficientes para efectos de imputar algún
delito al señor Bours”, por motivo de ausencia de pruebas que pudieran apoyar los testimonios,
además de ciertas inconsistencias y contradicciones en las declaraciones dadas
por los testigos en diferentes interrogatorios.
Eduardo Bours. |
Consecuencias.
Debido a la tragedia, varios elementos dentro del gobierno fueron removidos de
sus cargos. El 14 de mayo del 2016, el Juzgado Primero de Distrito en el
Estado de Sonora impuso condenas, que van desde los 20 hasta los 29 años de
prisión a 19 de los 22 implicados en el caso.