LA MISTERIOSA MUERTE DE KENNEKA JENKINS. +18

***CONTENIDO GRAFICO*** (Se recomienda discreción). 
Fotografías con fines informativos y educativos.

Kenneka Jenkins se ha convertido en el último caso sin resolver que mantiene en vilo a Estados Unidos. Esta joven, de 19 años, perdió la vida en un hotel de Chicago sin que se hayan podido descubrir, a fecha de hoy, los motivos que le llevaron a fallecer en soledad dentro una sala frigorífica. Ni los testigos ni las cámaras de seguridad han ofrecido datos suficientes para esclarecer lo sucedido, en un caso donde las dudas surgen para aumentar el misterio.


Todo ocurrió el sábado 9 de septiembre de 2017 en el Crowne Plaza Chicago O’Hare, un hotel cercano al aeropuerto de la ciudad, donde Jenkins acudió a una fiesta para celebrar su nuevo trabajo en un geriátrico. Sobre las 11:30 horas, la joven salió de casa de sus padres en dirección al citado lugar, donde sus amigos le habían preparado una sorpresa para felicitarla por su nueva ocupación laboral. Sería a partir del mediodía cuando la 9ª planta de ese hotel acogería la fiesta.


Durante las primeras horas de la celebración, la joven colgó un primer vídeo en sus redes sociales, donde se la puede ver junto a una amiga vestida con unos vaqueros rotos y un top blanco, muy sonriente y feliz. Algunas horas más tarde, volvió a grabar un nuevo documento, esta vez un Facebook Live, en el que se la ve disfrutando de la fiesta… pero, ¿Que da comienzo al misterio?


En un momento, se la escucha decir “Ayúdame, ayúdame” entre risas.

¿Era sólo una broma?

Lo cierto es que ese vídeo, que han visto más de 4 millones de usuarios, da inicio a las sospechas sobre lo que pasó. Las cámaras de seguridad y los vídeos de la joven no muestran ninguna actitud anormal hasta las 1:13 horas de la noche. Es entonces cuando la joven les dice a sus amigas que va a su coche un momento, mientras que las imágenes la muestran caminando por el hotel con un grupo de personas no identificado mientras escribe un mensaje a su hermana.


Las cámaras la pierden de vista durante un par de horas, hasta que vuelve a aparecer a las 3:27 horas. Es entonces cuando se la ve claramente mareada y sin control de sus emociones, en lo que aparentemente parece un estado de embriaguez que la impide caminar con normalidad, necesitando las paredes y el mobiliario para avanzar.


En esas imágenes ofrecidas por la policía de Chicago, se puede ver a la joven tambaleándose por el pasillo, a través del que termina llegando a la cocina. Es a las 3:32 horas cuando la cámara la capta llegando allí, una estancia que parece completamente vacía, hasta que sale del plano. Su destino es claro: pocos segundos después, la chica termina entrando, no se sabe si por error, por deseo propio o por el afán de huir, en una cámara frigorífica en la que terminaría perdiendo la vida.


De acuerdo con el Chicago Tribune, los reportes indican que un detective que inspeccionó el congelador refirió que la puerta del electrodoméstico se cerró automáticamente y que las luces de ambas cámaras aparentemente estaban apagadas cuando Jenkins entró. Lo que no está claro es por qué el congelador estaba encendido cuando el resto de la cocina no se estaba usando. Además, el área a la que ingresó la joven tenía una cámara activada por movimiento.

Según registros de vigilancia revisados por la policía, la última vez que alguien había estado en esa zona fue el 30 de agosto y la cámara no realizó más grabaciones hasta que se descubrió el cuerpo de Jenkins. Por otro lado, durante las investigaciones, surgieron especulaciones en las redes sociales, así como videos en Facebook en los que se sugería que podría haber habido algún tipo de juego sucio en la muerte de Kenneka. Por lo que, según los reportes, la policía también empezó a realizar preguntas a los testigos relacionados con estas teorías.

Una de estas especulaciones era que Kenneka había sido asesinada por una pandilla por 200 dólares y también que había sido vendida por esa cantidad. Cuando las autoridades cuestionaron a una amiga de la joven sobre la referencia al dinero, esta comentó que Kenneka estaba preocupada por tener que pagar una multa de esa cantidad, si ellos no tenían el ticket del estacionamiento. La entrevistada también informó que creía que la frase de “Ayúdenme” correspondía a la frase de una canción de Chief Keef que se escuchaba de fondo. Los amigos de la joven también contaron a la policía que habían recibido amenazas de muerte de personas que creían que ellos le habían hecho daño a Jenkins.

De acuerdo con el Tribune, citando los reportes policiales, una de las entrevistadas dijo a las autoridades que Jenkins no estaba actuando como de costumbre, que parecía triste y que bailaba, pero que volvía a sentarse. Varios testigos dijeron que le vieron beber coñac, pero que Kenneka no fumó marihuana ni tomó drogas. Según el médico forense del Condado de Cook en la autopsia que le practicaron a la menor no se encontraron narcóticos, aunque su contenido de alcohol era de 0.112, por encima del límite legal para conducir. La oficina del médico forense también informó que un medicamento para la epilepsia, así como el alcohol desempeñaron un papel determinante en su muerte, que fue causada por hipotermia y fue catalogada como accidental. Sin embargo, Tereasa Martín, la madre de Jenkins informó a la policía que la adolescente no tenía ningún medicamento recetado.

La familia de la joven fallecida aún tiene muchas preguntas para las que no hay respuesta. ¿Quién era ese grupo que la acompañaba? ¿Intentaron emborracharla con algún fin o bebió ella por decisión propia? ¿Por qué no hay cámaras de seguridad en la zona frigorífica en la que falleció? ¿Pudo, en tal estado de embriaguez, abrir las pesadas puertas de la cámara refrigerada ella sola? ¿Trataba de huir o confundió la puerta con la de un ascensor?

Muchas dudas que no tienen respuesta aún y que mantienen en vilo a Chicago tras el fallecimiento de la joven Kenneka Jenkins.

El hallazgo fue misterioso y comenzó una investigación por parte de la policía, pero bajo los ojos de todo Estados Unidos y hasta de varios países. La autopsia explicó y aclaró que no fue un asesinato, como sospechaban algunos cercanos a la joven de 19 años, pero se trató de un raro accidente al mezclar alcohol y un medicamento. The Chicago Tribune presentó el informe de la autopsia y del examen toxicológico, que arrojan que la mujer murió de hipotermia. Los analistas encontraron en la sangre de Kenneka Jenkins rastros de topiramato (medicamento para la epilepsia y migraña) y alcohol. Estos componentes agravaron la condición en medio del frío del congelador en el que de alguna forma terminó Kenneka Jenkins.

De acuerdo a familiares la joven no tenía receta para el topiramato, lo que mantiene la incógnita de porqué tenía su organismo rastros de este medicamento. Sin embargo, los forenses no encontraron evidencias que indiquen que otra persona le dio a Jenkins alcohol contra su voluntad, ni que alguien estuviera cerca de ella cuando fue al congelador. En vídeo de vigilancia muestran cómo Jenkins va hacia el congelador donde luego moriría.




Al día de hoy el caso de la extraña muerte de Kanneka Jenkins continúa sin resolver.
E. NYGMA

Escritor y fundador de ZD TERROR. Amante de lo macabro y oscuro, de lo absurdo y del humor negro. Influenciado por artistas tales como Stephen King, Edgar Allan Poe, Darren Bousman, Rob Zombie, James Wan, Marian Dora, David Lynch, Quentin Tarantino, Christopher Nolan, Zack Snyder, entre otros. Futuro cineasta.

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