Tras el lanzamiento de "The Purge: Election Year, la franquicia obtuvo 2 nuevos capítulos, uno en formato de precuela y otro como secuela, aunado a una serie de televisión. Sin embargo, en palabras de su creador, James DeMonaco, originalmente la saga vería su final en su tercera parte.
En una entrevista con Collider, el director y guionista compartió que el final donde la senadora Charlene Roan se convierte en presidenta y elimina la realización de la purga anual, estaba considerado como el final de la franquicia, fungiendo en un origen como una trilogía:
“[The Purge: Election Year] termina salvando a un hombre muy malo. No matan al senador que se postula para presidente, o al predicador, debería decir. Deciden no matar. Así que siempre existe esta decisión de no matar o salvar. '3' pensé que era el final original. Simplemente haga una trilogía y salga, donde el personaje de Elizabeth Mitchell se convierte en presidenta, ella se deshace de "The Purge", y ahora estamos en una América esperanzada donde "The Purge" ya no existe. Obviamente, revertimos eso y ella fue destituida de su cargo, y "The Purge" fue reincorporado. No sé si lo aprendiste inconscientemente, pero estábamos tratando de infundir algo de esperanza en este concepto increíblemente nihilista”.
El cineasta también señaló que cada entrada en la serie de películas termina con un acto de bondad, especialmente hacia un extraño. El director y guionista comenta que inicialmente eso no se hizo a propósito, pero tan pronto como él y su equipo identificaron el patrón, decidieron repetirlo cada vez:
"Al diseñar cada una de las películas, creo que lo hice inconscientemente al principio y luego comenzamos a ver el patrón de lo que estaba haciendo, si tratábamos de terminar las películas con este concepto increíblemente nihilista con alguien salvando la vida de alguien... think 2 termina salvando no solo al padre que mató al hijo de Leo en el accidente por conducir ebrio, termina salvando a Leo por dos protagonistas femeninas".
Como último dato, DeMonaco menciona que tanto él como el productor de franquicias Sébastien K. Lemercier decidieron seguir creando cada entrega de "The Purge" ellos mismos, desde la narración hasta la dirección y más, porque "somos muy conscientes de que en las manos equivocadas, siempre sentimos que "The Purge" puede volverse muy explotador, podría convertirse en una especie de pornografía de tortura o sin ningún mensaje político. Entonces, aunque las películas siempre representan "el escenario más oscuro posible", siempre hay un toque de nota positiva con "este concepto increíblemente nihilista con alguien salvando la vida de alguien".
