***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
Los Nábrók, Necropantes o "pantalones de cadáver", son un par de pantalones
hechos con la piel de un ser humano muerto, que, de acuerdo a la brujería
islandesa, son capaces de producir una cantidad infinita de dinero por medio
de un aparatoso y perturbador ritual.
Antecedentes.
Brujería.
La brujería es el conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades
atribuidos a ciertas personas denominadas brujas (existe también la forma
masculina) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades
sobrenaturales o poderes mágicos.
Se tiene registro que la brujería ha existido desde la Antigüedad, aunque no
necesariamente con ese mismo nombre, ni comprendida de la misma manera que
en la actualidad.
Es difícil saber cuándo empezó a usarse el vocablo “bruja” y su derivado
“brujería”, pues se desconoce su origen y hay razones para pensar que se
trata de una palabra con etimología prerromana, quizás celta o germánica. En
todo caso, el primer registro documentado de la palabra, escrita como
“bruxa”, data de la Europa del siglo XIII.
Durante el final de la Edad Media e inicios del Renacimiento la brujería
ocupó un lugar destacado en el imaginario de Occidente, ya que las
instituciones religiosas del cristianismo se dedicaron activamente a la
búsqueda y persecución de brujas, especialmente a través del Santo Oficio de
la Inquisición.
Acusadas de herejía, pactos demoníacos y práctica de las artes oscuras
(adivinación, necromancia, etcétera), muchas mujeres a lo largo de Europa y
América fueron sometidas a torturas y ejecuciones públicas, como quemarlas
vivas en una hoguera.
Brujería en Islandia.
Durante el siglo XVII, en Islandia, los desastres naturales, las constantes
incursiones de piratas costeros y un aplastante sistema de clases que dejaba a
todos menos a los ciudadanos más ricos viviendo en chozas de piedra, los
campesinos islandeses de la época llevaban una vida dura. Como suele ser el
caso en situaciones donde la esperanza era escasa y la educación aún más,
muchas de las personas recurrieron a la brujería como último recurso para
mejorar sus miserables vidas.
Se sabe que en la Islandia del siglo XVII hubo una gran caza de brujos,
porque, a diferencia de lo acontecido en el resto de los países, el noventa y
cinco por ciento de las víctimas de la persecución fueron hombres. Algunos
autores afirman que hubo en la isla más muertes por esta causa que en Rusia,
Irlanda y España juntas.
Necropantes.
Como parte de las oscuras prácticas de brujería de la Islandia del siglo XVII
se encuentra el ritual de los Nábrók, Necropantes o "pantalones de cadáver".
Del cual se dice, podía dotar de una riqueza ilimitada a aquel que lo
realizara.
Los Necropantes son un par de pantalones hechos con la piel de un cadáver, los
cuales deben estar hechos con piel completamente intacta, sin agujeros ni
raspaduras, para así poder llevar a cabo el perturbador ritual.
El ritual.
Según el ritual, para crear un par de Necropantes, el brujo primero debe hacer
un pacto con un amigo, estableciendo que una vez que el amigo haya muerto por
causas naturales, el hechicero tiene permiso para desollarlo de la cintura
para abajo.
Una vez que el amigo está muerto, el brujo codicioso debe esperar hasta que el
amigo haya sido enterrado, desenterrar el cuerpo y luego despellejar la mitad
inferior del cadáver sin crear agujeros ni rasgaduras, creando así un par de
horribles pantalones de piel.
Una vez que se han creado los "pantalones necrosados", el brujo debe ponerse
los pantalones robados contra su piel desnuda. Ahora el ritual requiere que
el hechicero robe una moneda de una viuda indigente y la coloque en el
escroto vacío de los pantalones junto con el pentagrama mágico islandés
(símbolo), Nábrókarstafur, escrito en un trozo de pergamino.
|
| Nábrókarstafur |
Los pantalones pronto se vuelven indistinguibles del cuerpo del usuario, y
mientras no se retire la moneda original, el escroto debería continuar
llenándose milagrosamente con monedas para siempre.
Para asegurar la salvación, el propietario tiene que convencer a otra persona
para que tome posesión de los pantalones y se meta en cada pierna tan pronto
como se los quite. Los necrófagos mantendrán así la naturaleza recolectora de
dinero durante generaciones.
El cambio de pantalones también debe hacerse de una forma particular: el
“dueño” debe mantener su pierna izquierda en los necropantes mientras que el
heredero entra con la pierna derecha en la pernera libre, momento en que
entonces la transferencia queda validada.
Si no se realiza el ritual así, y uno mete o saca la pierna antes de tiempo,
se cae en la maniobra o rompe la prenda, en vez de riquezas lo que llegará
será un terrible mal.
Necropantes en el Museo de Hechicería y Brujería de Islandia.
Al día de hoy, el único par de Necropantes conocido en el mundo (en realidad,
una reproducción aterradoramente realista, con cabello y todo), se encuentra
en el Museo de Hechicería y Brujería de Islandia en Hólmavík, Islandia. El
enfermizo par translúcido de piernas vacías está de pie sobre un lecho de
monedas opacas, que supuestamente brotaron del escroto desecado que cuelga
arriba.
¿Realmente existieron?
Al día de hoy, no se ha encontrado evidencia de que alguna vez hayan existido
pantalones reales hechos de piel humana ni mucho menos que hayan tenido el
poder de otorgar riqueza, por lo que la historia que rodea a los Nábrók o
Necropantes se considera oficialmente un relato de ficción. Sin embargo,
siempre existe la posibilidad de que, en algún punto de la historia, alguna
mente retorcida haya intentado crear un par de estos objetos "mágicos", o bien, la historia misma se inspiró en un caso insólito de alguien que realmente intentó crear unos Necropantes.
