Convertida en un clásico de semana santa, "The Passion of the Christ", del año 2004, es considerada una de las películas mas controversiales de la historia. La cual se cuenta, ocurrieron extraños acontecimientos de índole "sobrenatural" durante su rodaje.
Extrañas coincidencias.
Luego que ambos acordaran que Jim Caviezel interpretaría a Jesucristo en la película que se llamaría “La Pasión de Cristo”, el actor le hizo una sorprendente revelación al director, Mel Gibson, que, años más tarde, a más de alguno le erizó la piel:
“Mel, no sé si te has dado cuenta, pero mis iniciales son J.C (las mismas iniciales de Jesucristo o ‘Jesus Christ’ en inglés) y tengo 33 años, la misma edad que Jesús tenía cuando murió en la cruz”.
A su vez, la actriz que interpretó a la virgen María, Maia Morgenstern, se encontraba embarazada durante el rodaje, sin decírselo a nadie.
Rayos en el set.
De acuerdo a un estudio, se concluyó que los rayos eléctricos le caen a alrededor de unas 240 mil personas cada año. Durante la filmación de la película, cayeron 3 rayos en el set en distintas ocasiones. Uno de estos alcanzó directamente a Jim Caviezel, actor que interpretó a Jesús; su cabello quedó quemado pero no le pasó nada más. Para algunos fue un milagro, para otros una cuestión de suerte:
"Me cayó un rayo. La luz bajó del cielo y me ilumino. Lo que la gente presenció fue una iluminación de mi cuerpo y un fuego en el lado izquierdo y derecho de mi cabeza".
"5 minutos después, Jon Makalini, un asistente, se acercó y me dijo, '¿Estas bien?', y entonces le cayó uno a el, la diferencia fue que ellos vieron como el rayo bajaba y golpeaba a Jon. Todo lo que sentí fue una tremenda bofetada en mis orejas y unos segundos de estática rosa y roja frente a mis ojos".
Uno de los asistentes de producción declaró:
"El rayo cayó sobre el actor mientras filmábamos en una zona alejada de Roma (...) Vi humo saliendo de las orejas de Caviezel”,
Según BBC News, el asistente ya había recibido un rayo anteriormente en su paraguas, el cual solo le causó leves quemaduras en las yemas de sus dedos
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Lesiones reales.
Heridas.
Durante la cruel escena de la flagelación, se coloco un poste detrás de Caviezel para que este recibiera los golpes, no obstante el actor recibió 2 latigazos de manera accidental que le dejarían una herida de 14 cm en la espalda:
"Su latigazo se extendió sobre la tabla y me golpeó con tal velocidad que no podía respirar. Me di la vuelta y miré al chico, y te digo que, puede que estuviera interpretando a Jesús, pero me sentí como Satanás en ese momento... un par de groserías salieron de mi boca en ese momento".
Hombro dislocado.
Durante la secuencia del viacrucis, Caviezel realmente cargó la cruz de alrededor de 60 kg, en una de las caídas, la cruz cayó sobre el de verdad, golpeándolo con violencia, dislocándole el hombro y haciéndolo sangrar del rostro y boca. De ese modo, los espectadores de “La Pasión de Cristo” verían en la pantalla heridas y sangre verdaderas y no elaboradas gracias a la magia del maquillaje.
Raspones y quemaduras.
A su vez, el actor sufrió de quemaduras en las rodillas por golpearse y arrastrarse en el suelo.
Neumonía y migrañas.
Para grabar la secuencia de la crucifixión, el actor permaneció horas filmando a bajísimas temperaturas y vientos insoportables. Caviezel comenzó a desarrollar hipotermia, tras lo cual se rodaron las escenas usando calentadores. Lamentablemente, filmar en esas condiciones llevó al actor a presentar una infección pulmonar y neumonía:
"Me temblaba la boca incontrolablemente, se me entumecieron los brazos y las piernas, me estaba asfixiando en esa cruz".
La mayor parte de la película se filmó con el personaje de Caviezel manteniendo un ojo hinchado, lo que llevó al actor a desarrollar migrañas a lo largo de las filmaciones, debido al maquillaje y al hecho de no poder ver mas que con un solo ojo:
"Vas a trabajar todos los días con un solo ojo funcionando, lo que te da dolores de cabeza".
Conversión de fe.
Durante el rodaje de la película, el actor que interpretó a Judas Iscariote, Luca Lionello, decía ser un ateo enojado, pero al terminar las filmaciones se convirtió al catolicismo, bautizó a sus hijos y santificó su matrimonio.
El padre John Bartunek, quien participó en el rodaje, declaró:
"Pidió una confesión. Al parecer, la experiencia lo había transformado por completo. Bautizó a sus hijos, santificó su matrimonio y volvió a la iglesia".
"Todos se sentían cómodos hablando de temas de fe. Siendo un sacerdote en medio de eso, era como un pararrayos para las conversaciones espirituales".
Pedro Sarubbi, quien interpretó a Barrabás, al representar su escena sintió que no fue Caviezel el que lo miró sino el propio Jesucristo:
“Sus ojos no tenían odio ni resentimiento conmigo, solo misericordia y amor”.
Otro miembro joven musulmán que trabajaba en la producción, también se convirtió al catolicismo.
¿Ángeles en el set?
Se ha mencionado en repetidas ocasiones, que quienes trabajaron en el filme aseguran que durante el rodaje de “La Pasión de Cristo”, se vieron a unos misteriosos hombres vestidos de blanco que se dedicaron a dar consejos acerca de cómo recrear las escenas. Lo extraño es que nadie, incluso la misma gente de producción, parecía conocer a estos individuos a los que, una vez finalizada la grabación, jamás se les volvió a ver. Nunca se ha aclarado este "misterio".
La maldición de Jim Caviezel.
En el año 2003, el actor y director Mel Gibson, se reunió con el actor estadounidense Jim Caviezel para preguntarle si estaba dispuesto a personificar a Jesús en la película:
“Quiero que seas consciente de lo que vas a hacer. Puede que no vuelvas a trabajar”, le advirtió Gibson a Caviezel, quien le respondió: “Mel, esto es en lo que yo creo. Todos tenemos que llevar una cruz. Yo tengo que llevar mi propia cruz. Si no llevamos nuestras propias cruces, vamos a ser aplastados por su peso. Así que, vamos a hacerlo”.
Como lo advirtió Gibson, Caviezel fue injustamente rechazado por Hollywood tras haber interpretado al personaje, recibiendo muy pocos papeles y de poca trascendencia, esto a pesar de haber realizado uno de los papeles mas difíciles al haber bajado casi 20 kilos, despertarse a las 2 de la madrugada para soportar casi 8 horas de maquillaje, aprender arameo, hebreo y latín, e incluso haber estado en peligro de muerte.
