EL TRAGICO SUICIDIO DE BUDD DWYER. +18

***CONTENIDO GRAFICO*** (Se recomienda discreción). 
Fotografías con fines informativos y educativos.

El 22 de enero de 1987, el político norteamericano y tesorero del estado de Pensylvania, Budd Dwyer, convocó una rueda de prensa para explicarse por las acusaciones de aceptar sobornos, fraude postal, asociación delictiva y crimen organizado. La acusación le había ofrecido un pacto para cumplir una condena de 5 años a cambio de reconocer su culpabilidad. Sin embargo, Dwyer tomó otro camino...



Nacido el 21 de noviembre de 1939 en St. Charles, Misuri, Estados Unidos, Dwyer se graduó en el Allegheny College en Meadville, Pensilvania. Siguió estudiando para obtener su maestría en educación y enseñanza social y dirigió al equipo de fútbol americano en la secundaria Cambridge Springs. Como republicano, Dwyer fungió como miembro del parlamento de Pensilvania desde 1965 hasta 1970, en el Senado del mismo estado de 1970 a 1980 y como tesorero estatal desde 1980 hasta su muerte.

A los 47 años había pasado por la Cámara de Representantes y cumplido tres períodos como senador estatal antes de ser nombrado Tesorero del Estado, la máxima autoridad en el área de recaudación de impuestos.



Estaba en el cargo desde 1980 y bajo su administración se habían cometido serios errores al calcular el pago de impuestos de los empleados estatales. Como consecuencia, durante años habían pagado de más y el Estado había recaudado indebidamente más de cien millones de dólares.

Para resolver el problema, el Estado llamó a una licitación de empresas de contabilidad para seleccionar a la que se encargaría de calcular y reembolsar a los trabajadores las sobretasas que se les habían cobrado.

Resultó ganadora una empresa radicada en California, Computer Technology Associates (CTA), propiedad de John Torquato, Jr. Por el trabajo, la firma cobraría 4.6 millones de dólares.

Budd Dwyer el día que juró como tesorero del Estado de Pensilvania en 1984.


Poco después de la licitación, el entonces gobernador de Pensilvania, Dick Thornburgh, recibió una carta anónima en la que se denunciaba el pago de sobornos por parte de CTA para que le fuera adjudicado el contrato.

La fiscalía acusó al propietario de CTA, a su abogado, William T. Smith, y a la esposa de éste por delitos de soborno de funcionarios públicos. Pero la mayor preocupación de los fiscales era determinar quiénes habían sido sobornados, por lo que ofrecieron a Torquato y sus cómplices un acuerdo: si revelaban la identidad de esos funcionarios, recibirían penas mucho más leves. Los tres dijeron que le habían pagado a Budd Dwyer 300.000 dólares para que influyera a favor de CTA en la adjudicación del contrato.

En 1986, Dwyer fue acusado formalmente de recibir sobornos, fraude fiscal, asociación ilícita y de formar parte del crimen organizado.



La fiscalía, convencida de su culpabilidad, le hizo una oferta para evitar el juicio. Si se declaraba culpable, debería pagar una multa de 300.000 dólares y recibiría una condena de cinco años de prisión, de los cuales pasaría entre rejas menos de la mitad. En cambio, si negaba los cargos, los fiscales pedirían una pena de 55 años de prisión.

A pesar del riesgo de pasar el resto de su vida en la cárcel, Budd Dwyer rechazó la propuesta y decidió ir a juicio. Se mantuvo siempre firme en su postura: negó haber recibido un solo dólar y, además, la licitación no la había adjudicado él sino un grupo de trabajo formado por funcionarios del Estado.



El juicio se inició en diciembre de 1986 y, convocados como testigos por la fiscalía, Torquato, el abogado Smith y su mujer señalaron a Dwyer –que durante el proceso, dada la presunción de inocencia, continuaba en su cargo- como el único funcionario al que habían sobornado para obtener el contrato.

Terminados el proceso y los alegatos, el juez Malcom Muir anunció que daría a conocer la sentencia el 23 de enero de 1987. Sin embargo, la noche del 21 de enero alguien le avisó a Budd Dwyer que la decisión ya estaba tomada: sería declarado culpable de todos los cargos y condenado a 55 años de cárcel.



El 22 de enero de 1987, un día antes de su sentencia, Dwyer convocó a una conferencia de prensa para "proporcionar una actualización sobre la situación". Muchos esperaban que Dwyer anunciara su renuncia al cargo.

En la conferencia, Dwyer, agitado y nervioso, declaró nuevamente su inocencia y afirmó que no renunciaría como tesorero estatal:

"Agradezco a Dios por haberme dado 47 años de apasionantes retos, vivencias estimulantes, muchas ocasiones felices, y sobre todo, la excelente esposa e hijos que cualquier hombre pudiese desear".

"Ahora mi vida ha cambiado, sin razón aparente. Las personas que me han llamado y escrito están molestas y se sienten impotentes. Ellos saben que soy inocente y desean ayudar. Pero en esta nación, la más grande democracia del mundo, no hay nada que puedan hacer para prevenir que me castiguen por un crimen que no he cometido".

"El juez Muir es conocido por sus sentencias medievales. Me enfrentó a una sentencia máxima de 55 años en prisión y una multa de $300 000 por ser inocente. El juez Muir dijo a la prensa "me sentí revigorizado", cuando me consideraron culpable y que planea encarcelarme como un desestímulo hacia otros funcionarios públicos. Pero no seré un factor disuasivo porque cada funcionario público que me conoce sabe que soy inocente; no será un castigo legítimo porque no he hecho nada malo. Ya que soy víctima de una persecución política, mi prisión simplemente será un gulag americano".

"Pido a aquellos que creen en mí, que continúen manteniendo la amistad y recen por mi familia, para trabajar incansablemente por la creación de un genuino sistema de justicia en los Estados Unidos, y proseguir con los esfuerzos de exonerarme, para que mi familia y su futura parentela no sean manchados por esta injusticia que ha sido perpetrada contra mi persona".

"Confiamos que la razón y la verdad se impondrán y seré absuelto dedicando el resto de nuestras vidas en crear un sistema de justicia aquí en los Estados Unidos. El veredicto de culpable ha fortalecido esa decisión".



En ese momento Dwyer paró de leer su texto preparado y llamó a tres de sus colaboradores, dándole a cada uno un sobre. Uno de los cuales contenía una nota de suicidio para su esposa, un segundo sobre tenía una cédula de donación de órganos y otros materiales relacionados, el tercer sobre incluía una carta para el gobernador de Pensilvania Bob Casey, quien había asumido el cargo dos días antes.

Después de repartir los sobres, Dwyer abrió un cuarto sobre y sacó un revólver .357 Magnum, aconsejando a los presentes: 

"Por favor, abandonen la habitación si esto los agravia" mientras la concurrencia le gritaba a Dwyer, suplicándole que bajara el arma. Algunos trataron de acercársele. "Retrocedan, o esta cosa lastimará a alguien", advirtió. Tras esto, Budd apuntándose al paladar, se disparó y murió en el acto.






Numerosas estaciones televisivas en toda Pensilvania, transmitieron el suicidio de Dwyer en directo. Debido a una gran tormenta de nieve en Pensilvania ese día, muchos escolares que se quedaron en casa presenciaron el evento por televisión. Durante las siguientes horas, los redactores de noticias debieron decidir hasta qué punto mostrar las imágenes o editar la secuencia para la teledifusión del noticiario nocturno. El caso de Dwyer se volvió un ejemplo muy socorrido por catedráticos de periodismo, para demostrar que los redactores de noticias, especialmente en el medio televisivo, deben estar preparados para tomar decisiones instantáneas, sopesando el impacto psicológico sobre el espectador y la necesidad de competir con otros medios de comunicación.

Ya que Dwyer murió, su viuda Joanne estuvo capacitada para acopiar los beneficios de compensación, totalizando más de $1,28 millones. Un portavoz de Dwyer, inmediatamente después del suicidio, insinuó que Dwyer pudo haberse inmolado a fin de retener la pensión estatal para su familia, la cual hubiera quedado en la ruina por los costes de la defensa legal o la multa.




El 9 de octubre de 2010, el director de cine James Dirschberger estrenó un documental llamado "Honest Man: The Life of R. Budd Dwyer", en el cual narra la historia del escándalo de la "Computer Technology Associates (CTA)", empresa en la cual R. Budd Dwyer trabajaba como tesorero al momento de conocerse el desfalco económico en 1986 y por el cual se le condenó a ir a la cárcel. Los testimonios narrados en el documental son una nueva pieza clave para darle otra mirada al penoso suicidio público que llevó a cabo R. Budd Dwyer la mañana del 22 de enero de 1987. 

Según la entrevista a William T. Smith, quien fue la última persona que testificó en contra de R. Budd Dwyer durante el juicio en 1986, revela en el documental la siguiente información: 

"Di falso testimonio bajo juramento durante el juicio en 1986, por lo tanto, me atribuyo el suicidio y muerte de R. Budd Dwyer". 

William T. Smith


El documental fue proyectado en distintos festivales de cine, en los cuales recibió críticas positivas, siendo "Carmel Art & Film Festival" en California el festival de mayor reconocimiento. El 7 de diciembre de 2010, "Honest Man: The Life of R. Budd Dwyer" fue editado en DVD y emitido por la cadena de televisión pública del estado de Pensilvania, de donde era originario R. Budd Dwyer.



Actualmente, los metrajes que muestran el discurso y suicidio en vivo de Budd Dawyer, se encuentran disponibles en internet.














Discurso de Budd Dwyer:



Reportajes tras su suicidio:



E. NYGMA

Escritor y fundador de ZD TERROR. Amante de lo macabro y oscuro, de lo absurdo y del humor negro. Influenciado por artistas tales como Stephen King, Edgar Allan Poe, Darren Bousman, Rob Zombie, James Wan, Marian Dora, David Lynch, Quentin Tarantino, Christopher Nolan, Zack Snyder, entre otros. Futuro cineasta.

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