Hace un tiempo, Rob Zombie, director de "Halloween 2007" y "Halloween 2009", habló sobre la terrible experiencia que vivió al filmar el remake y su secuela de la mítica franquicia "Halloween". Ahora, Zombie ha revelado más detalles profundizando en la horrible experiencia y abuso de los productores.
Para el podcast "Howie Mandell Does Stuff", Zombie señaló que la experiencia de hacer el primer Halloween fue "una locura todo el tiempo, donde alguien te da notas definitivas el viernes pero sabes que el lunes se olvidaron de ellas"
Hacer la película fue tan desafiante para Zombie que tuvo que encontrar formas de engañar intencionalmente a los productores con la esperanza de evitar complicaciones:
"Me aseguré de que [los Weinstein] siempre estuvieran un día por detrás de lo que estaba filmando. No sé cómo los engañé, pero dijeron: 'Esto es lo que queremos que se haga el día diez', bla, bla, bla". Zombi recordó. "No hay problema. Ya había filmado el día diez, estaba filmando el día once mientras me gritaban sobre el día diez ".
Los productores dictaban sus propias sugerencias sobre lo que Zombie debía hacer con el material, lo que le indicó que sus visiones de la película no estaban alineadas:
"Simplemente se basó en ideas locas, 'Estaba pensando anoche que debería ser así de repente'. A veces, las ideas se volvían tan locas... Las ideas se volvían locas y luego pensaba: 'Está bien, tengo que darme cuenta de que estoy tratando con una persona loca y luego responder de esa manera'", recordó Zombie, mientras señalaba que Bob Weinstein era "muy loco".
De acuerdo al cineasta, Zombie no fue el único sujeto a las actitudes hostiles de los Weinstein, alegando que "encontrarían una manera de molestar a todos los actores" y la experiencia se sintió como "estar en Crazy World".
Con la esperanza de tomar un control más creativo del proyecto, Zombie afirmó que los Weinstein le exigieron que contratara a un nuevo editor, lo cual hizo, pero se quedó con el editor original como editor de reemplazo en lugar de realizar tareas extrañas en la oficina. Durante 14 años, "Halloween" ostentó el récord de la mejor apertura de fin de semana del Día del Trabajo, que todavía no era lo suficientemente bueno para los estándares de Weinstein:
“Luego, el día que salió la película, Bob me llama a las 10 a.m. y me dice: 'No se ve bien. Esto es un maldito desastre'. Son las 10 a.m., ¿hay algún teatro abierto en algún lugar todavía? Y luego me llama un par de horas más tarde, 'Estamos agregando más proyecciones. ¡Esto está por las nubes!' Pero luego Harvey llama a Bob y le dice: '¡Si me hubieras escuchado, podríamos haber hecho el doble!' Entonces comienzan a pelear. El fin de semana número uno y récord no es lo suficientemente bueno porque estaba hablando con algunas personas en su oficina que decían: 'Oh, es una pesadilla aquí en este momento. Están peleando. Ellos' se están gritando el uno al otro por qué no son 60 millones'".
Zombie recordó cómo los productores pidieron que se hicieran cambios en el proyecto sin tener en cuenta cómo se estaba haciendo la película fuera de orden, por lo que pequeños cambios requerirían cambios masivos en toda la experiencia:
"Una de las mejores ideas que se me ocurrió, [Bob Weinstein] estaba en el set de filmación, porque me llamaba todo el tiempo que estaba filmando, durante toda la noche, constantemente. Él estaba como, 'Creo que Michael Myers debería tener un collar de orejas cortadas'. Digo, 'Bueno, además del hecho de que odio esa idea, estamos tan metidos en el rodaje, ¿Cómo conseguimos esa... continuidad... esto es una tontería en todos los niveles?. ¿De dónde los saca? ¿Cómo los tiene? ¿Por qué los tiene en esta escena, pero no...' y ahí es cuando empiezo a decir: 'No estoy seguro de que sepan cómo se hacen las películas". No entienden que estamos filmando fuera de secuencia, filmamos eso, dejamos ese set, no vamos a regresar, lo derribamos'".
"No tenemos ninguno de estos escenarios, actores o vestuario, así que no sé cómo se levantará de un cementerio que no existe aquí en el escenario del hospital psiquiátrico".
Tras el éxito financiero del reinicio de 2007, una secuela comenzó a avanzar con relativa rapidez, y aunque Zombie no tenía interés en regresar a la franquicia, se dio cuenta de que el sacrificio podría concluir su asociación con los Weinstein:
"Voy a hacer la secuela, lo que me negué a hacer al principio porque solo quería rescindir mi contrato porque quería suicidarme. Tenía un contrato de tres películas, luego, un par de años después, habían despedido a doce directores diferentes para "Halloween II", así que volví. 'Lo dirigiré si me dejas fuera de la tercera película. Así no tengo que hacer tres películas. Déjame fuera del trato y lo haré'. Así que voy a filmar eso y Bob viene al set. Me muestra el tráiler de mi "Halloween", como si nunca lo hubiera visto, y dice: 'Cada fotograma del maldito genio de esta película'. Este es el mismo tipo que dijo: 'Cada fotograma de esta película lo odio'".
