***CONTENIDO GRÁFICO*** (Se recomienda discreción).
Fotografías con fines informativos y educativos.
El 24 de abril de 1967, Vladímir Komarov, un piloto de pruebas y cosmonauta
soviético, realizaba su regreso a la Tierra tras ser seleccionado como piloto
para la misión Soyuz 1. Desafortunadamente, un error en el paracaídas de su
cápsula lo convirtió en el primer humano en morir en vuelo espacial.
Antecedentes.
Vladímir Komarov.
Juventud.
Vladímir Mijáilovich Komarov nació el 16 de marzo de 1927, en Moscú, Rusia, donde creció junto a su hermana
Matilde. Su padre era un obrero que trabajaba en varios trabajos de poca
paga para mantener la familia. En 1935 inició sus estudios primarios, donde
demostró tener aptitud para las matemáticas. En 1941 se vio obligado a
abandonar la escuela debido a la Segunda Guerra Mundial, por lo cual se
dedicó a trabajar como granjero.
Vladímir demostró interés por la aeronáutica desde pequeño, coleccionaba
revistas, participaba en aeromodelismo, incluso llegó a construir su propia
hélice. En 1942, con tan solo 15 años se enlistó en la Escuela de Aviación
de la Fuerza Aérea Soviética en Moscú, para poder cumplir su sueño de
convertirse en piloto. Poco después, su familia se enteró de que el padre de
Komarov había sido asesinado en una "acción de guerra desconocida". Debido
al avance alemán, la escuela se trasladó al Óblast de Tiumén, y permaneció
allí hasta el fin de la guerra. En 1945, Komarov se graduó de la escuela de
vuelo con honores. Las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial terminaron
antes de que Komarov fuera llamado a entrar en combate.
En 1946, Komarov completó su primer año de entrenamiento en la Escuela
Superior de la Fuerza Aérea de Chkalov en Borisoglebsk, Óblast de Vorónezh.
Finalizó su entrenamiento en el Colegio de Aviación Militar A.K. Serov. La
madre de Komarov falleció en 1948, siete meses antes de su graduación, donde
recibió sus alas de piloto e ingresó a la Fuerza Aérea Soviética como
Teniente.
En diciembre de 1949, Komarov se desempeñó como piloto de un avión de
combate con el 383 ° Regimiento de la 42 División de Cazas Aérea del Norte
del Cáucaso que tenía su base en Grozny.
Komarov se casó con Valentina Yakovlevna Kiselyova en octubre de 1950. Fue
ascendido a Teniente Principal en 1952, y más tarde fue asignado como piloto
principal del Regimiento de Aviación de Combate 486 de la 279 División de
Cazas Aéreos en la Región de Prikarpate. Komarov continuó volando en esa
posición hasta 1954, luego, se enroló en un curso de ingeniería en la
Academia de Ingeniería de la Fuerza Aérea N.E Zhukovsky. En 1959, Komarov
fue ascendido al rango de Teniente Superior Ingeniero.
Más tarde, ese año, logró su objetivo de convertirse en piloto de pruebas en
el Instituto de Investigación Científica Central en Chkalovsky.
En septiembre de 1959, Komarov fue ascendido a Capitán Ingeniero y fue
invitado a participar en el proceso de selección de candidatos a cosmonauta
junto con aproximadamente otros 3000 pilotos. Fue seleccionado junto a
otros veinte candidatos, y se presentó ante las autoridades el 13 de marzo
de 1960.
Aunque eminentemente calificado, Komarov no fue elegido entre los primeros
seis candidatos debido a que no cumplía con los requerimientos de edad,
altura y peso impuestas por el Diseñador Jefe del Programa espacial de la
Unión Soviética, Serguéi Koroliov.
A sus 32 años, Komarov fue el segundo más viejo de los pilotos elegidos;
Koroliov había especificado un máximo de edad de 27 años. Solo Pável Beliáyev
y Komarov lograron saltear la imposición, ambos graduados de la Academia de la
Fuerza Aérea Soviética. Además, solo Komarov tenía experiencia como ingeniero
de pruebas de vuelo en nuevos aviones.
Estados Unidos vs la URSS.
Durante la década de 1960, las hostilidades entre Estados Unidos y la URSS
estaban en su punto de ebullición. A medida que la tecnología de la aviación
continuaba avanzando, en lo que se conoció como la carrera espacial, las dos
superpotencias pujaban por ser las primeras en llegar a la Luna.
Desde el principio, los soviéticos eran los primeros en casi todo.
La Unión Soviética puso al Sputnik en órbita, el primer satélite que envió a
un perro a la órbita, Laika; mientras que EE.UU. parecía estar rezagado todo
el tiempo.
Laika, el primer ser vivo en ir al espacio... y no regresar. |
Cosmonautas como Komarov y el primer hombre en el espacio, Yuri Gagarin,
recibían un entrenamiento altamente intensivo. Los metían en cámaras de
aislamiento. Los hacían girar a fuerzas g altísimas. Hasta los abandonaron
en un bosque con solo un hacha y algunos fósforos para ver cómo sobrevivían
en el desierto si su nave espacial se desviaba de su curso.
En 1964, Komarov completó con éxito su primer viaje espacial, Voskhod 1. Esa
fue la primera nave espacial de tres hombres.
Soyuz 1.
Un día después del histórico vuelo de Komarov, Leonard Brezhnev fue elegido
presidente del Partido Comunista y se puso en marcha un nuevo y ambicioso
plan: el programa espacial Soyuz.
Era una misión osada. Iban a lanzar una nave, que pondría a Komarov en
órbita, y luego otra con dos tripulantes a bordo. Iban a reunirse y atracar
en órbita, Komarov iba a transferirse a la otra nave espacial y regresarían
a la Tierra en esa. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de
lanzamiento, quedó claro que Soyuz 1 estaba plagada de fallas.
En 1967 el programa era un desastre, y no había forma de que se permitiera
volar en esas naves espaciales, pero hubo una enorme presión política en el
50° aniversario de la Revolución Rusa para que esta nave espacial despegara.
Paralelamente, en EE.UU. estaba sucediendo exactamente lo mismo con Apolo.
A pesar de las crecientes preocupaciones, Soyuz 1 se lanzó con éxito el 23 de
abril de 1967.
El impactante accidente.
Komarov supo apenas despegó que la nave espacial que piloteaba tenía
problemas.
Uno de los paneles solares de la nave no se desplegó, ni tampoco el detector
de estrellas, necesario para la navegación de la nave. La falla del sensor
de estrellas complicaba aún más la misión, ya que no se podía controlar la
altitud, lo que era crucial para todo tipo de maniobras, incluido el regreso
a la tierra. Debido a esto, Komarov no podía orientar su único panel solar
en funcionamiento para poder recargar sus baterías.
A pesar de los problemas, Komarov logró orientar la nave usando un
periscopio. Al completar la decimoséptima órbita, y debido a todos los
problemas que el vuelo venia sufriendo, se le ordenó a Komarov regresar a
tierra. El primer intento de regreso fracasó debido a un problema con los
motores, por lo cual el segundo intento se daría en la decimonovena
órbita.
El regreso de Soyuz-1 parecía ser normal hasta que los equipos de búsqueda
y rescate llegaron al sitio de aterrizaje. Para su horror, encontraron la
cápsula estrellada y envuelta en llamas. De inmediato quedó claro que el
cosmonauta no había sobrevivido. Solo encontraron una “masa negra sin
forma”, como lo relató el teniente general de la Fuerza Aérea, Nikolai
Kamanin.
Investigaciones posteriores demostraron que el paracaídas no se abrió
durante la caída libre de la nave, y que los motores para frenar el
aterrizaje se activaron después del aterrizaje, y no antes como debía
haber sucedido.
Mitos.
A menudo se afirma que durante la reentrada Komarov estaba en comunicación con
el control terrestre, transmitiendo mensajes altamente críticos. En otras
palabras, maldiciendo a la Unión Soviética, diciendo que las lecciones se
pueden aprender.
Se cree que esto es falso, en primer lugar, porque no había manera de que se
escuchara algo, principalmente, porque estaba cruzando a través de la
atmósfera. Y en segundo lugar, cuando se dio cuenta de que algo iba mal, se
estaba precipitando demasiado rápido hacia la Tierra.
Los restos de Komarov también son un punto de discusión.
Hay varias versiones de lo que sucedió con los restos de Komarov. Una es que
su cuerpo fue exhibido para que todos pudieran ver lo que sucedió. Hay fotos
que lo demuestran.
Se ha dicho que Komarov probablemente sabía que no volvería con vida y
exigió que, en caso de su muerte, su cuerpo se exhibiera en un ataúd abierto
para avergonzar a los líderes soviéticos. Sin embargo, no hay evidencia de
que eso hubiera sido lo que estaba pensando. Komarov era un ciudadano
soviético patriótico. Es difícil creer que el hubiera querido que su muerte
fuera una victoria propagandística para "el otro lado".
Honores post-mortem.
Los soviéticos terminaron de incinerar a Komarov e inhumaron sus cenizas con
honores para ser enterradas en la Necrópolis de la Muralla del Kremlin, algo
reservado a las grandes personalidades del país. Se le otorgaron, por
segunda vez, las medallas de Héroe de la Unión Soviética y la Orden de
Lenin. Kmarov recibi´las siguientes condecoraciones:
- Héroe de la Unión Soviética, dos veces (19 de octubre de 1964, 1967
póstumamente).
- Orden de Lenin (19 de octubre de 1964).
- Orden de la Estrella Roja (1961).
- Medalla por Méritos de Combate (1956).
- Medalla por el desarrollo de las tierras vírgenes (1964).
- Piloto-Cosmonauta de la Unión Soviética.
- Héroe del trabajo socialista (Vietnam del Norte, 1964).
Además, se han bautizado diversos objetos con su nombre:
- El asteroide (1836) Komarov, descubierto en 1971.
- Uno de los buques de seguimiento espacial de la Unión Soviética.
- La escuela de pilotos militares de Yeisk.
- El cráter lunar Komarov.
- Un club de aficionados a los cohetes en Liubliana, Eslovenia, el ARK
Vladimir M. Komarov.
- La Organización francesa Fédération Aéronautique Internationale hizo un
diploma llamado V.M. Komarov en su honor.
- Komarov es un personaje principal de la serie de ciencia ficción francesa
Missions.