Es bien sabido que el reconocido director Wes Craven batalló bastante para encontrar una productora que convirtiera su guion de "A Nughtmare on Elm Street" en una producción cinematográfica. Una de las opciones que tuvo en su momento el cineasta fue la de reducir el concepto terrorífico de la historia para que Disney pudiera producirla.
El creador Wes Craven tuvo una seria lucha para que los estudios se interesaran en "A Nightmare On Elm Street", un problema que surgió en parte porque la ambiciosa mezcla de fantasía y terror Slasher de la película nunca se había logrado antes.
Mientras que las franquicias "Friday the 13th" y "Halloween" estaban haciendo una matanza en el múltiplex a principios de los años 80, esos eran Slashers directos con pocos elementos sobrenaturales. Aunque se suponía que Jason y Michael Myers eran inmortales, esto nunca se abordó explícitamente hasta las secuelas posteriores. En contraste, el concepto central de "A Nightmare On Elm Street" se basó en la premisa paranormal de un asesino que invade los sueños de las personas. Esto llevó a Disney, de todos los estudios, a considerar asumir el proyecto, una vez que Craven bajó el tono de la película de Terror con clasificación R en una versión familiar PG-13 de "A Nightmare On Elm Street".
Originalmente, "A Nightmare On Elm Street" tenía un final más feliz y sus ambiciosas secuencias de sueños se parecían más a una película de fantasía que a la mayoría de los horrores Slasher de la época. Como resultado, tal vez no sea demasiado sorprendente que el estudio pensara que el director podría estar interesado en atenuar su versión del material. Sin embargo, Craven no tenía interés en una versión PG-13 de "A Nightmare On Elm Street", y la sangre presente en la película terminada demuestra que esto habría sido difícil de lograr.
En particular, la horrible muerte de Glen es un tour de force ya que el desafortunado adolescente se reduce a un géiser de sangre. Sin embargo, la muerte de Tina también es demasiado intensa para una película PG-13. Aunque una avalancha de noticias de alto perfil sobre abuso infantil hizo que Craven decidiera no confirmar explícitamente que Freddy era un pedófilo, el júbilo sádico que siente al torturar a sus víctimas hace que el villano sea demasiado intenso para cualquier película comercializada incluso para niños mayores y adolescentes. Como tal, "A Nightmare On Elm Street" siempre tuvo la intención de ser un proyecto con clasificación R.
Otro problema con la versión de Disney de "A Nightmare On Elm Street" fue que esto habría cambiado el personaje del propio Freddy. Craven diseñó el personaje, justificando todo, desde la falta de máscara de Freddy Krueger hasta su guante de afeitar en sus notas de producción. Sin embargo, la mayor parte del diseño de personaje de Freddy se habría desechado en favor de un monstruo convencional más inofensivo en la versión PG-13 de Disney de la película. La MPAA ya sentó un precedente sobre lo aterrador que podía ser el diseño de un personaje, incluso si no incluía ningún gore explícito en 1984, cuando una versión anterior del fantasma de la biblioteca de los "Cazafantasmas" fue rechazada por dar demasiado miedo (la utilería terminó usándose en "Fright Night" con la vampira Amy.)
Sin el sangriento modus operandi de Freddy, ni siquiera está claro si la versión del villano de Disney habría matado a los niños o simplemente los habría asustado. Del mismo modo, sin la apariencia icónica y aterradora de Freddy, no hay forma de saber si Robert Englund hubiera sido elegido para el papel.
Sin Englund como Freddy, la apariencia instantáneamente reconocible de Freddy, o el gore que hizo que la película fuera tan efectiva, "A Nightmare On Elm Street" de Disney apenas se habría parecido a la visión de Craven. Esta versión del material podría haber sido una curiosidad interesante, pero hay pocas películas de terror PG-13 con el impacto cultural y el poder de permanencia de "A Nightmare On Elm Street".
