LAS CINTAS DE ANATOLY SLIVKO. El peor asesino en serie ruso. +18

***CONTENIDO GRAFICO*** (Se recomienda discreción). 

Fotografías con fines informativos y educativos.

Anatoly Slivko (en ruso: Анатолий Емельянович Сливко); fue un asesino en serie y necrófilo soviético que agredió sexualmente, asesinó y mutiló a siete niños en Nevinnomyssk y sus alrededores, Stavropol Krai, Rusia 19SR65. Actos que fueron capturados en video por el asesino.

Antecedentes.

Anatoly Yemelianovich Slivko nació el 28 de diciembre de 1938 en la ciudad de Izerbash, Daguestán ASSR , RSFS de Rusia. Era el mayor de dos hijos nacidos de padres empobrecidos.

En el momento del nacimiento de Slivko, Ucrania estaba sumida en una hambruna causada por la colectivización forzosa de la agricultura por parte de Joseph Stalin, de la cual el Daguestán soviético no era inmune. El matrimonio entre los padres de Slivko fue tenso: ambos padres discutían con frecuencia. Además, su padre era alcohólico. Slivko era un niño inteligente pero enfermizo que sufría de insomnio y varias enfermedades infantiles. También era un solitario clásico, y más tarde recordó su infancia arruinada por la inestabilidad, el hambre, la guerra y la pobreza.

Cuando la Unión Soviética entró en la Segunda Guerra Mundial, el padre de Slivko fue reclutado en el Ejército Rojo. El propio Slivko fue testigo de muchas atrocidades cometidas por los nazis después de su invasión de la Unión Soviética, incluida la invasión de su propia casa en 1943, aunque uno de sus recuerdos más gráficos de la guerra fue buscar refugio con otros cuatro niños en un cementerio para escapar de los bombardeos alemanes, solo para ser empujado a un lado por estos niños, quienes sintieron repulsión por su apariencia demacrada. Según Slivko, mientras se agachaba como una bola, observó los restos mutilados de una mujer y un caballo esparcidos por una calle cercana.

Problemas sexuales.

Slivko se desempeñó mal académicamente. Aunque era muy inteligente, su falta de compromiso con sus estudios y su propensión a soñar despierto en clase lo llevaron a obtener calificaciones promedio. Cuando llegó a la pubertad, Slivko descubrió que era homosexual; también descubrió que sufría de disfunción eréctil. Ambos descubrimientos avergonzaron profundamente a Slivko, quien mantuvo su sexualidad y disfunción sexual en secreto de su familia y algunos amigos cercanos.

Servicio militar.

En un esfuerzo por escapar de sus orígenes humildes, Slivko solicitó una beca en la Universidad Estatal de Moscú poco después de graduarse de la escuela en 1956, aunque reprobó el examen de ingreso. Poco después, inició el servicio militar obligatorio. Slivko cumplió su servicio militar en el Lejano Oriente ruso; con frecuencia fue objeto de la burla y el ridículo de sus camaradas, muchos de los cuales se burlaron de su personalidad tímida y sumisa. Sus superiores concluyeron que Slivko era "incompatible" con la vida militar militar y fue dado de baja del ejército soviético —oficialmente debido a problemas de salud— en 1960, antes de completar su servicio militar.

Matrimonio.

En 1961, Slivko se mudó de Izerbash a Stavropol Krai, donde encontró empleo como ingeniero telefónico. Más tarde, su hermana menor se mudó a la misma ciudad y obtuvo empleo en una fábrica local. A fines de 1962, la hermana de Slivko, preocupada por el estilo de vida introvertido de su hermano y la falta de interacción con las mujeres, le presentó a una joven colega suya llamada Lyudmila. Los dos comenzaron a salir y se casaron en una ceremonia modesta el verano siguiente. Poco después de su boda, la pareja se mudó a la ciudad de Nevinnomyssk, donde pronto establecieron una reputación como miembros destacados de la comunidad.

Lyudmila y Slivko

Según Slivko, aunque se preocupaba por su esposa, su sexualidad oscurecía cualquier atracción física por ella y su disfunción eréctil limitaba sus relaciones sexuales a breves episodios de lo que él denominó acoplamiento "rápido y humillante". En una ocasión, buscó ayuda médica para superar su incapacidad para mantener una erección en presencia de una mujer, aunque la vista de una joven enfermera riéndose discretamente de su situación significó que nunca más buscó ningún tipo de consejo profesional. 

Slivko luego admitió ante los investigadores que él y Lyudmila habían tenido relaciones sexuales no más de diez veces a lo largo de su relación de diecisiete años, y nunca después del nacimiento de su segundo hijo.

Lyudmila, Slivko y uno de sus hijos

Desviaciones sexuales.

En 1961, Slivko fue testigo de un accidente de tráfico en el que un motociclista ebrio se desvió bruscamente hacia una acera y chocó contra un grupo de peatones, hiriendo fatalmente a un niño adolescente que vestía un uniforme de Jóvenes Pioneros. Por razones que Slivko insistiría más tarde que nunca podría explicar, esta escena lo había excitado sexualmente, provocando un poderoso orgasmo. Más tarde recordó vívidamente el accidente:

"El niño había experimentado convulsiones en su agonía mientras el olor a gasolina y fuego impregnaba el aire... Ese chico se veía tan indefenso, especialmente en su uniforme. Me recordó cómo me sentía dentro de mí después de una infancia de dolor y sufrimiento. Cada vez que gritaba de dolor, me emocionaba más. [En el momento de la muerte del niño], me olvidé de todos los demás excepto de ese niño".

Habiendo alcanzado el orgasmo, Slivko caminó aproximadamente veinte yardas hacia una parada de autobús cercana donde se sentó y siguió mirando al adolescente fallecido, quien permaneció inmovilizado debajo de la motocicleta mientras los servicios de emergencia llegaban al lugar. Según Slivko, experimentó excitación, júbilo y una sensación de empoderamiento mientras se sentaba y contemplaba el sufrimiento que el adolescente había soportado antes de su muerte.

Slivko describiría más tarde haber sido testigo del accidente de tráfico como uno de los momentos más cruciales de su vida. Antes de presenciar el accidente, había reprimido su sexualidad; después de presenciar el accidente, desarrolló un deseo abrumador de tener relaciones sexuales físicas con hombres jóvenes. Además, la vista de la sangre en los zapatos del adolescente agravó aún más el fetiche por los zapatos que ya había desarrollado, y comenzó a incorporar el calzado de los niños en sus fantasías masturbatorias.

El club juvenil.

A los pocos meses de presenciar este accidente de tráfico, Slivko estableció el club juvenil Romantik, en Nevinnomyssk. Aparentemente, el club se estableció para alentar a los niños locales a participar en las actividades de Jóvenes Pioneros, aunque Slivko también pronto comenzó a utilizar el club como un medio para entablar amistad con los niños y desarrollar métodos para ganar su confianza.

Este primer club fue destruido en un acto de incendio provocado aproximadamente un año después de su establecimiento. Supuestamente, el perpetrador era uno de los niños que asistían al club y a quien Slivko había maltratado o molestado. No se presentaron cargos penales. Poco después, Slivko estableció un nuevo club, al que llamó Chergid. Este club juvenil tenía su sede a tres millas de su casa.

Las actividades del club juvenil de Slivko no despertaron sospechas; los padres de los niños que asistían al club regularmente lo elogiaban por dedicar atención a sus hijos y alejarlos de los problemas. Slivko llevó regularmente a sus jóvenes a cargo en expediciones de senderismo y escalada, y las expediciones solían durar varios días. Los artículos relacionados con las actividades del club aparecían con frecuencia en los periódicos y transmisiones de radio locales. Slivko también concedió varias entrevistas con los medios de televisión locales e incluso recibió elogios de los funcionarios locales del Partido Comunista por sus continuos esfuerzos para educar, entretener y moralizar .nutrir la juventud de Nevinnomyssk. En 1977, fue elegido Diputado del Concejo Municipal y recibió el título de Maestro Honorífico de la Unión Soviética.

Experimentos eróticos.

En junio de 1963, Slivko había ideado una rutina mediante la cual podía revivir físicamente las fantasías eróticas provocadas por el accidente de tráfico de 1961: una o dos veces al año, entablaba una estrecha amistad con un chico del club juvenil, normalmente de 11 años y 15, pero nunca mayor de 17. El niño sería bajo para su edad y usaría un uniforme de Jóvenes Pioneros, al igual que el niño que Slivko había visto morir en el accidente de tráfico. Slivko se ganaría la confianza del niño y le contaría un experimento que conocía que implicaba un ahorcamiento controlado para estirar la columna vertebral, y que se le pediría que recreara la escena de un partisano ejecutado por soldados nazis para su club juvenil mientras Slivko filmaba el ahorcamiento, después de lo cual, se le aseguró al niño, Slivko lo reviviría de su estado de inconsciencia.

Antes de que cada niño emprenda este "experimento", Slivko ensayaría inofensivamente la escena del ahorcamiento con su víctima prevista para ganarse su confianza; luego compraría un uniforme nuevo para que la víctima lo usara y lustrara sus zapatos antes de representar el ahorcamiento. Además, para evitar cualquier vómito, se le pidió a la víctima que no comiera durante varias horas antes del experimento. Una vez que el niño fue anestesiado mediante la inhalación de éter, había colocado la soga alrededor de su propio cuello y estaba inconsciente, Slivko lo desnudaba y lo acariciaba, colocaba el cuerpo en posiciones sugerentes y se masturbaba repetidamente, con frecuencia en los zapatos del niño. Todo este proceso invariablemente sería filmado por Slivko en uno de sus cámaras de 16 mm y retenidas para alimentar sus fantasías eróticas. Para disipar cualquier preocupación de los padres sobre la participación de sus hijos en estas películas caseras, se les informó a sus padres que Slivko, conocido en la comunidad por haber creado varios documentales amateur con su cámara personal, filmaría estos videos en el escenario de su club.

Aunque muchos de los niños que Slivko persuadió inicialmente para que participaran en estas películas caseras fueron retenidos y colgados dentro o cerca de Chergid, a mediados de la década de 1960, había comenzado a persuadir a sus víctimas para que participaran en sus películas caseras en lugares cada vez más rurales, a menudo sin el conocimiento de sus padres.

Asesinatos.

En el transcurso de 22 años, Slivko convenció a cuarenta y tres niños para que participaran en este experimento artificial. En treinta y seis casos, siguiendo su ritual establecido de fotografía, filmación y masturbación repetida, Slivko revivió a estos niños. Con la advertencia de Slivko de que guardaran silencio, estas personas reanudaron sus vidas sin darse cuenta de lo que les había sucedido mientras estaban inconscientes. Sin embargo, en siete casos, el comportamiento de Slivko se tornó violento: una vez que estas víctimas quedaron inconscientes, desmembró extensamente sus cuerpos, vertió gasolina en sus extremidades y torso, y prendió fuego a los restos para recordar el accidente de tráfico que había provocado su excitación. Slivko normalmente conservaba los zapatos de la víctima como recuerdo, así como las fotografías y películas que revelaba en un laboratorio doméstico. Además, Slivko registró meticulosamente los detalles de cada ahorcamiento, fatal o no, en sus diarios. Los zapatos, las fotografías y las películas sirvieron como estímulos para las fantasías masturbatorias de Slivko durante meses o años hasta que necesitó estímulos más frescos y volvió a matar.

El 2 de junio de 1964, Slivko mató a su primera víctima, un fugitivo de 15 años llamado Nikolai Dobryshev. Slivko afirmó que esta víctima en particular fue asesinada sin querer, ya que no había podido revivir a Dobryshev después de completar su rutina de filmación, fotografía y masturbación, aunque luego admitió en una entrevista con un psiquiatra que la muerte del adolescente desencadenó una mayor sensación de excitación dentro de él que sus anteriores ahorcamientos no fatales. No obstante, la sensación de conmoción por la muerte de esta víctima llevó a Slivko a desmembrar el cuerpo del niño y desechar los restos en el río Kuban. También destruyó la película y las fotografías que había tomado de esta víctima en particular, aunque conservó los zapatos del niño. En mayo de 1965, Slivko se hizo amigo de su segunda víctima, Aleksei Kovalenko, en su club juvenil. Esta víctima fue asesinada intencionalmente, y Slivko retuvo todas las imágenes e imágenes del ahorcamiento, el abuso sexual y la mutilación. Kovalenko fue reportado como desaparecido, aunque la policía informó a sus padres que su hijo se había fugado. 

Ocho años después, el 14 de noviembre de 1973, Aleksandr Nesmeyanov, de 15 años, desapareció en Nevinnomyssk. Nesmeyanov, otro miembro de Chergid, recientemente se había hecho amigo de Slivko antes de su desaparición. Slivko participó activamente en la búsqueda de Nesmeyanov en las semanas posteriores a su asesinato; imprimiendo carteles de personas desaparecidas y movilizando búsquedas terrestres que se aseguró de que no cubrieran el lugar del asesinato.

Aleksandr Nesmeyanov

Dos años más tarde, el 11 de mayo de 1975, otro miembro del club juvenil de Slivko, Andrei Pogasyan, de 11 años, también desapareció. El niño fue visto por última vez por un vecino, quien informó a la policía que Pogasyan le había dicho que participaría en una "película en el bosque", aunque el niño no mencionó a Slivko por su nombre. La madre de Pogasyan informó a los investigadores que Slivko había filmado una película partidista en un bosque cercano en la que su hijo había participado anteriormente; sin embargo, como la policía ya sabía que Slivko había ganado premios por otras películas más inocuas, fue eliminado como sospechoso luego de un breve interrogatorio en el que admitió que el niño era miembro de su club juvenil, pero negó cualquier participación en su desaparición.

Andrei Pogasyan,

En 1980, Slivko mató a su quinta víctima, Sergey Fatniev, de 13 años. También era un miembro activo de Chergid, y en el momento en que Slivko cometió este asesinato, su sadismo y lujuria se habían intensificado hasta el punto de que específicamente reorganizó el cuerpo y los zapatos desmembrados de su víctima ante su cámara para alimentar futuras fantasías masturbatorias. Las entradas de su diario que denotan el asesinato, el desmembramiento y la quema de su cuerpo y ropa de Fatniev también indican su falta de "repugnancia y vergüenza" por sus acciones. La siguiente víctima fue Vyacheslav Khovistik, de 15 años, a quien Slivko asesinó en el otoño de 1984.

Sergey Fatniev

Vyacheslav Khovistik

El 23 de julio de 1985, Slivko mató a su última víctima, Sergey Pavlov, de 13 años, quien desapareció después de decirle a un vecino que se reuniría con el líder de Chergid para participar en una película casera. Aunque la policía informó a la madre de Pavlov que su hijo se había fugado, sus padres no estaban convencidos. Ambos cuestionaron a Slivko, quien negó cualquier participación; sin embargo, el interrogatorio de su madre a los miembros de Chergid reveló que varios niños habían participado en experimentos de ahorcamiento para estirar la columna vertebral en un esfuerzo por estimular el crecimiento ante la insistencia de Slivko, y que los niños invariablemente habían perdido el conocimiento.

Sergey Pavlov

Encarcelamiento.

Tras la desaparición de Pavlov, una fiscal local llamada Tamara Languyeva comenzó a investigar activamente la ausencia del niño. Sus investigaciones duraron varios meses y, en noviembre de 1985, Languyeva descubrió que varios otros chicos que habían asistido al mismo club juvenil también habían desaparecido en el transcurso de varios años, a menudo, como Pavlov, después de haber informado a sus familiares que iban a participar en películas caseras filmadas. por Slivko.

Aunque Languyeva no encontró evidencia de nada ilegal en la forma en que realmente operaba el club, su interrogatorio a varios niños reveló que muchos miembros habían aceptado ser ahorcados hasta la inconsciencia en experimentos controlados por Slivko como parte de un ritual repetido para sus películas partidistas caseras. Muchos de estos miembros actuales y anteriores del club juvenil también sufrieron " amnesia temporal " después de su reactivación. 

Por recomendación de Languyeva, un fiscal de la ciudad autorizó un registro formal de la casa y el club juvenil de Slivko en diciembre de 1985. Aunque se recuperaron pocas pruebas incriminatorias en la casa de Slivko en Stavropol , un registro en un cuarto oscuro cerrado con llave en su club juvenil reveló numerosas fotografías y películas que mostraban el ahorcamiento, abuso y desmembramiento de sus víctimas. También se recuperaron numerosos cuchillos, hachas y rollos de cuerda y mangueras de goma, además de parafernalia que atestiguan su fetichismo por los zapatos, incluidos varios pares de zapatos y botas para niños que habían sido completamente aserrados a la mitad del pie. 

Enfrentado a la evidencia recuperada de su cuarto oscuro, Slivko comenzó a confesar siete asesinatos y treinta y seis ahorcamientos no fatales el 28 de diciembre. Culpó de sus crímenes a la angustia que le provocó la frustración sexual y enfatizó que el propósito principal de retener el material de rapé y la parafernalia era alimentar sus fantasías eróticas a través de salidas masturbatorias y aliviar la tensión interna. Slivko también afirmó que, inicialmente, había esperado que conservar las fotografías y películas de sus ahorcamientos fatales fuera suficiente para evitar que resurgiera el deseo de cometer futuros homicidios, aunque con el paso del tiempo, los intervalos entre el impulso de asesinar y desmembrar un nueva víctima disminuyó gradualmente. Sus víctimas de asesinato, afirmó, tenían entre once y quince años, y había aprendido gradualmente a través de la metodología de sus crímenes sucesivos lo que denominó "lecciones valiosas" para minimizar o destruir cualquier evidencia incriminatoria que realmente vinculara sus asesinatos con él.

Diario de Anatoly

En febrero y marzo de 1986, Slivko llevó a los investigadores a los cuerpos desmembrados y enterrados de seis de sus víctimas, aunque no pudo localizar el cuerpo de su primera víctima, a quien había arrojado al río Kuban más de veinte años antes. Fue acusado formalmente de los siete asesinatos, además de siete cargos de abuso sexual y siete cargos de necrofilia y permaneció bajo custodia en espera de juicio.

El juicio de Slivko se llevó a cabo en Nevinnomyssk en junio de 1986; se declaró inocente de los cargos, alegando que las siete muertes fueron accidentales. Fue declarado culpable de todos los cargos y condenado a muerte ese mismo mes y encarcelado en la prisión de Novocherkassk, a la espera de su ejecución. Slivko presentó una apelación formal contra su condena ante el Tribunal Supremo de Rusia, pero esta apelación fue rechazada.

Entrevistas.

A pedido de un detective con sede en Rostov llamado Viktor Burakov, la policía le pidió a Slivko que proporcionara información sobre las mentes de los asesinos en serie solo unas semanas antes de su ejecución. Slivko accedió a esta solicitud y consintió tanto en las entrevistas cara a cara como en la correspondencia manuscrita con los investigadores, que buscaban activamente información sobre la mente de un asesino en serie no identificado activo en el óblast de Rostov y sus alrededores conocido como el Forest Strip Killer, que había matado a un mínimo de veintinueve víctimas en el momento de iniciar el contacto con Slivko.

Slivko proporcionó a los investigadores una visión profunda de cómo los delincuentes como él podían funcionar en la sociedad sin ser detectados ni sospechosos, las "reglas" generales creadas en cuanto a cómo debían cometerse sus delitos para lograr el resultado deseado, y consejos como a cómo prevenir el surgimiento de futuros delincuentes como él en la sociedad soviética, que incluía su sugerencia de que las escuelas soviéticas deberían proporcionar a los estudiantes adolescentes un mayor conocimiento y aceptación de la sexualidad, y agregó en una carta: 

"Si hubiera tenido [conocimiento de perversiones sexuales ], podría haber ido a un médico tan pronto como aparecieron los primeros síntomas anormales".

Sin embargo, Slivko sabía poco de la persecución de los investigadores del Forest Strip Killer, y gran parte de los consejos reales que proporcionó sobre el caso específico resultarían incompatibles o incorrectos.

En el momento de la entrevista final de los investigadores en el corredor de la muerte con Slivko, su ejecución programada se llevaría a cabo en cuestión de horas. Según el procurador Issa Kostoyev , al concluir su reunión final, engañó a Slivko haciéndole creer que se reunirían en una fecha posterior estrechándole la mano y diciendo: "La próxima vez, hablaremos con más detalle".

Ejecución.

El 16 de septiembre de 1989, apenas unas horas después de su última entrevista cara a cara con los investigadores para ayudarlos en la persecución del Forest Strip Killer, Slivko fue llevado de su celda del corredor de la muerte a una habitación insonorizada en la prisión de Novocherkassk y ejecutado con un solo disparo detrás de la oreja derecha.

La infame cinta.

Existe una cinta de video en internet que nos muestra ls aberrantes actos de Slivko.

En este video, se ve a Slivko grabando a su grupo de "Jóvenes Pioneros" mientras recorren unos bosques cercanos a la ciudad. Los graba mientras, estos adolescentes de entre 13 y 17 años, sonríen con inocencia. Slivko parece estar seleccionando a su siguiente víctima, los enfoca de cerca… sus caras y sus zapatos, lo cual representaba su mayor fetiche.

En otro segmento de la cinta, Anatoly les hace preguntas a varios chicos, mientras estos responden con ingenuidad. Cada momento previo al asesinato, es disfrutado por el asesino, lo que queda evidenciado en la excitación de la voz del criminal, registrada en la película. Slivko disfrutaba que sus víctimas fueran ingenuas… lo estimulaba aun más para cometer sus actos.

En otra escena, sale un chico disfrazado de policía… quizá representando parte de esta "película-experimento" con la cual Slivko engañó a muchos otros adolescentes. De pronto la toma cambia, y el niño está tendido de espaldas sobre una especie de lona o plástico, en medio del bosque. Sus brazos están fuertemente atados por unas sogas que están sujetas de unos árboles cercanos, al igual que su cuello. Sus piernas también están amarradas, pero con el extremo de la soga suelta. En ese instante, aparece Anatoly Slivko en escena. Coge la soga que retiene las piernas del chico, para tirar con fuerzas, hasta quebrarle el cuello. El cuerpo se mueve por impulsos nerviosos, mientras Slivko graba cada detalle. Uno a uno, los espantosos crímenes se van sucediendo en esta perturbadora cinta, la cual deja en evidencia la crueldad y el morbo del asesino. Cada asesinato es peor que el anterior, y el ímpetu del multi homicida se va acrecentando.

Ya en el final de la cinta, se puede observar a Slivko pasearse por la escena con los cadáveres en sus brazos, exhibiéndose ante la cámara y mostrando una enorme cantidad de zapatos de sus víctimas. También queda registrado su macabro ritual de cortar los pies y zapatos de las víctimas con un serrucho; o quemar los pies de los cadáveres con los zapatos puestos.

Cinta de Anatoly: