EL EXTRAÑO INTENTO DE SUICIDIO DE JAMES VANCE. +18

***CONTENIDO GRAFICO*** (Se recomienda discreción). 
Fotografías con fines informativos y educativos. 

El 23 de diciembre de 1985, los jóvenes Raymond Belknap y James Vance se encontraban en la habitación de Raymond, donde pasaron más de seis horas bebiendo alcohol y fumando abundante marihuana mientras escuchaban el disco “Stained Class”, del grupo inglés Judas Priest. Repentinamente, los jóvenes tomaron una escopeta y decidieron suicidarse.



Antecedentes.

Raymond Belknap (de 18 años) y James Vance (de 20) eran 2 mejores amigos adolescentes de Reno, Nevada, los cuales presentaban un comportamiento alterado, viéndose envueltos en peleas, conductas agresivas y robos.



El día del suicidio.

El 23 de diciembre de 1985, justo antes de navidad, los jóvenes se juntaron en casa de Raymond para beber alcohol y consumir una gran cantidad de marihuana, mientras escuchaban el álbum "Stained Class", de la banda británica de Heavy Metal, Judas Priest. Sin previo aviso, Raymond y James, alterados por el alcohol y la marihuana, hicieron un desastre en la habitación de Raymond, tomaron una escopeta y salieron por la ventana corriendo hasta un parque cercano. Raymond se detuvo, colocó la escopeta justo debajo de su barbilla y se disparó, acabando con su vida. James siguió los pasos de su amigo, pero en una mala pasada, el arma no fue colocada en el sitio correcto, y al ser disparada, terminó por destrozarle la estructura ósea del cráneo y parte del lóbulo derecho sin llegar a causarle la muerte, pero desfigurando su rostro para siempre.




James fue atendido en el hospital, donde se le reconstruiría el rostro, para fallecer 3 años después debido a sus heridas.





Juicio a Judas Priest.

Tras el intento de suicidio, James afirmó que tanto el como Raymond habían tomado la decisión de acabar con sus vidas, influenciados por la música de Judas Priest:

“Creo que el alcohol y la música heavy metal, como Judas Priest, nos impulsó, o incluso nos ‘hipnotizó’, para creer que ‘la respuesta a la vida era la muerte’”. 

James en el lugar del intento de suicidio


Para explicar el motivo que les llevó a quitarse la vida, Vance citó las letras de las canciones del álbum “Stained class” (1978) de Judas Priest, el disco que estaban escuchando antes de sumergirse en la posterior tragedia. Los familiares decidieron poner el caso del suicidio en manos del abogado Ken McKenna y demandaron al grupo de heavy metal y a la CBS, su discográfica, solicitando una indemnización de 6,2 millones de dólares. 

En verano de 1990, la banda se vio obligada a cancelar su gira y entrar en los tribunales. El proceso comenzó el 16 de julio.



En primer lugar, la demanda estaba centrada en una malinterpretación de la canción ‘Heroes end’, cuya letra decía “Why do you have to die to be a hero? / It’s a shame a legend big as the would sin” (“¿Por qué tienes que morir para ser un héroe? / Es una lástima que una leyenda tan grande pecase”). Sin embargo, este argumento no sirvió ya que las letras estaban protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución, que hace mención a la libertad de expresión.

El abogado acusador también postuló que los jóvenes habían decidido matarse tras escuchar la canción “Better by you better than me” (“Mejor por ti mejor que por mí”) , que contenía un lacónico mensaje subliminal supuestamente grabado por el vocalista Rob Halford que decía “Do it” (“Hazlo”). Según Halford, este supuesto “mensaje oculto” no era tal, sino que se trataba de un efecto sonoro que se escuchaba entre líneas y que en realidad era una técnica de respiración profunda realizada para personalizar su interpretación vocal.

El abogado acusador también encontró otros supuestos mensajes subliminales al reproducir el álbum “Stained Class” al revés. Según éste, durante el tema “White head, red hot” se podía escuchar la frase “Fuck the Lord, fuck all of you” (“Que jodan al Señor, que los jodan a todos”). Lo mismo sucedía con la canción que daba título al álbum, donde se oía supuestamente la frase “Sing my evil spirit” (“Canta mi espíritu malvado”) y en la canción “Beyond the realms of death”, que contenía supuestamente el mensaje subliminal “Try suicide” (“Intento de suicidio”).


Álbum: "Stained Class".



Ante estas supuestas pruebas, los guitarristas de Judas Priest, Glenn Tipton y K.K. Downing, para demostrar la estupidez de los posibles mensajes escondidos en sus canciones, encontraron otras supuestas frases que decían cosas como “Hey, ma, my chair’s broken” (“Hey, mamá, mi silla está rota”) y “Give me a peppermint” (“Dame un caramelo de menta”):

“Si hubiésemos tenido la posibilidad de poner este tipo de mensajes subliminales en los discos en el año 1978, habríamos puesto que comprasen nuestros elepés o algo parecido”, dijo irónicamente K.K. Downing.


Tras casi 30 días después, el 24 de agosto de 1990, el mediático juicio llegaría a su fin y el grupo Judas Priest sería absuelto de todos los cargos. En una sentencia de 100 páginas y con más de 40 testigos consultados, el juez dictaminó que las familias no pudieron probar los mensajes subliminales ocultos. Además, las declaraciones de varios especialistas -como un psicólogo- fueron determinantes para el veredicto, ya que los dos suicidas arrastraban un largo historial de drogadicción, problemas laborales y escolares y algunos delitos menores, sin mencionar que Raymond Belknap ya se había intentado quitar la vida en otras ocasiones.


Repercusiones.

Tras el largo proceso, los miembros de Judas Priest estaban muy dolidos: 

“Nadie, absolutamente nadie sabe por lo que hemos pasado. Esos abogados albergaban tanto odio hacia nosotros que, si hubiésemos perdido el caso, no habríamos encontrado el ánimo suficiente para salir nuevamente de gira”. 


Por su parte, Halford, solo encontraba a unos responsables directos: 

“Estos dos jóvenes perdieron sus vidas debido a su trágica implicación con las drogas y el alcohol, y a unas familias disfuncionales que no les prestaron la atención adecuada. Este juicio ha sido solo un intento de cargar el peso de la culpa sobre los hombros de otros”. 


Esa misma fue la sensación que Glenn Tipton tuvo sobre el triste suceso: 

“Nunca nos ha pasado por la cabeza que fuésemos responsables de estas muertes. Nunca he hablado con los padres porque no les tengo ningún tipo de simpatía, pero ellos son los únicos responsables de la educación que reciben sus hijos. Cuando se sufre una tragedia de este estilo, hay que buscar las causas más cerca de ti y no intentar culpar a la música”. 


 Aunque los medios de comunicación montaron un gran revuelo ante la acusación de la banda, cuando el grupo fue declarado inocente, la noticia no recibió la misma atención mediática. No resultaba igual de atractivo publicar un titular del tipo “Judas Priest son inocentes” que “El heavy metal puede matar”.



Documental.

El juicio fue el sujeto en 1992 de un documental titulado “Dream Deceivers: The Story Behind James Vance Vs Judas Priest”.

El documental arroja mucha luz sobre la insistencia con la que la familia -y el abogado defensor Ken McKenna- quería culpar a Judas Priest. En el juicio, la madre de Vance reconoce que su hijo había sido expulsado de la escuela por peleas y comportamiento agresivo, además de contar con condicionantes como, por ejemplo, el abandono de su padre. La madre de Belknap, en sede judicial, también asumió que su hijo había robado dinero y unas gafas en alguna ocasión pero que “no hizo nada serio”. “Mi hijo nunca hizo nada grave, no robó a mano armada ni se metió en líos de drogas” explica la madre.


“Dream Deceivers: The Story Behind James Vance Vs Judas Priest”.

E. NYGMA

Escritor y fundador de ZD TERROR. Amante de lo macabro y oscuro, de lo absurdo y del humor negro. Influenciado por artistas tales como Stephen King, Edgar Allan Poe, Darren Bousman, Rob Zombie, James Wan, Marian Dora, David Lynch, Quentin Tarantino, Christopher Nolan, Zack Snyder, entre otros. Futuro cineasta.

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