BERLINAH WALLACE. La mujer que arrojó acido sulfúrico a su ex. +18

***CONTENIDO GRAFICO*** (Se recomienda discreción). 

Fotografías con fines informativos y educativos. 

El 23 de septiembre del año 2015, Berlinah Wallace, una mujer mayor británica, se levantó de la cama alrededor de las 3 am para acudir a la cocina, tomar un frasco con acido sulfúrico y arrojárselo fríamente a su ex novio en el rostro.

Antecedentes.

Berlinah Wallace es una mujer británica, estudiante de moda a tiempo parcial en la Universidad del Oeste de Inglaterra en Bristol, Reino Unido de, al momento del crimen, 48 años de edad, que conoció al joven Mark Van Dongen, un ingeniero en la industria de la construcción 19 años menor, en un sitio de citas para personas seropositivas al virus de la Inmunodeficiencia humana. A pesar de la enorme diferencia de edad, ambos se enamoraron.

Mark y Berlinah

La pareja mantuvo una relacion durante 5 años, a pesar de que Berlinah era celopata y extremadamente agresiva. En muchas ocasiones discutían sin razón de peso. Berlinah llego a golpear a Mark dejándole marcas en el cuello y brazos, también solía insultarlo y manipularlo.

La familia de Mark no estaba de acuerdo con la relacion. En una ocasión, Mark le comentó a su padre, Kess Van Dongen, que le tenia miedo a Berlinah, pues en una ocasión le había arrojado agua hirviendo tras una fuerte discusión.

Tras esto, Mark puso fin a la relacion, mencionándole que estaba harto de sus ataques y celos, y que sabia que nunca cambiaria. Berlinah le aseguró a Mark que le haría la vida imposible.

Mark, Kess y Berlinah

Acoso.

Mark tenia una amiga de mucho tiempo llamada Violet Farquharson, la cual siempre lo apoyó y aconsejó, por lo que comenzaron a salir e iniciaron una relacion. Pero Berlinah no había desaparecido de la vida de Mark. Constantemente lo acosaba y amenazaba por mensajes y a través de redes sociales, manifestando que si no era de ella no lo seria de nadie mas. Tal era el acoso, que Mark tuvo que cambiar de domicilio, para posteriormente denunciar a Berlinah por acoso y chantaje, asegurando que su exnovia había realizado 22 llamadas telefónicas a su nueva pareja, Violet, además de amenazar con suicidarse.

El ataque.

La noche del 22 de septiembre del año 2015, en Westbury Park, en Bristol, Mark acudió a la casa de Berlinah con el fin de reiterarle que su relacion había terminado y para que supiera que se mudaría con Violet. Berlinah, en un intento desesperado por "salvar su relacion", le suplicó a Mark que hablaran para dejar las cosas en buen termino y recordar viejos tiempos. Mark aceptó, convencido de que así detendría el acoso.

Mark se quedó en la casa de Berlinah, y alrededor de las 3:00 am del 23 de septiembre, la mujer se levantó cuidadosamente de la cama y buscó un frasco que había conseguido de acido sulfúrico. Con cuidado, lo vacío en un vaso de vidrio y se acerco a Mark, quien se encontraba semidesnudo en su cama, se montó en el y le grito, "si no puedo tenerte, nadie mas podrá". Mark se despertó asustado para observar a Berlinah arrojándole el vaso con acido en el rostro, mientras esta reía desquiciadamente.

Con la cara y el cuello ardiendo, Mark se levantó como pudo y, tambaleándose, salió de la casa gritando por ayuda al vecino mas cercano, mientras se le derretía la cara. Toco el timbre de la casa mas próxima, donde rápidamente la medico pediatra Nicole White, le atendió.

El vecindario entero se despertó y rápidamente llamaron a emergencias, para de inmediato meter a Mark en una ducha. Los paramédicos llegaron y atendieron a Mark, quien presentaba quemaduras químicas en la cara, cuello, abdomen, pecho y muslos. Pronto, el joven comenzó a echar espuma por la boca, que parecía pintura gris, además de que sus ojos se habían emblanquecido.

Mark fue llevado a una sala de descontaminación en el hospital Southmead de Bristol, donde fue atendido por la doctora Rachel Oaten. Esta comentó que Mark, al ver su rostro, pedía a gritos que lo mataran, si su rostro quedaría así, no quería vivir mas. Los detectives llegaron al hospital y Mark les contó quien había sido su atacante.

Timbre de Rachel Oaten corroído por el acido

Arresto.

Horas después del ataque, Berlinah fue detenida en su casa por la policía. Ella se encontraba sentada en su sofá, estática y calmada. El oficial Mathew Griffin comenzó a interrogarla, y en un intento de defenderse, culpó a Mark. Uno de los vecinos de Wallace, Thomas Sweet, ayudó en el arresto sosteniendo un palo de golf, temiendo por su vida.

Dolorosa recuperación.

La policía tardó alrededor de 10 días en localizar a la familia de Mark en Belgica, por lo cual el joven se mantuvo en cuidados intensivos. Ahi estuvo por 2 meses, antes de ser trasladado a la unidad de quemados de Southmead sufriendo intensos dolores, infecciones torácicas sépticas recurrentes, terrores nocturnos y trastorno de estrés post traumático. 

Su padre se mantuvo a su lado, cada fin de semana este realizaba un largo viaje por carretera desde Bélgica para poder estar junto a su hijo. Esto le valió el divorcio con la madrastra de Mark, debido a tensión, falta de tiempo y la bancarrota.

Lamentablemente el daño ocasionado iba mas allá del rostro de Mark. El joven quedó paralizado del cuello para abajo, una de sus piernas tuvo que ser amputada, perdió gran parte de su escucha, la visión de uno de sus ojos y paso 4 meses en coma. Cuando finalmente pudo despertar, lo único que podía mover era la lengua y apenas y podía hablar. Sus pulmones habían sido afectados por el acido, por lo que tuvo que ser operado para mejorar su respiración, cirugía que lo dejo mudo. Tenia el 83% de su cuerpo quemado.

Mark fue trasladado a un hospital en Overpelt, en Bélgica, para que su padre pudiera estar con el. Una vez ahí, Mark pidió misericordia a los médicos para que terminaran con su sufrimiento. Fue así que, un mes después, 3 médicos dictaminaron que su insoportable sufrimiento físico y psicológico era elegible.

El 2 de enero de 2017 se le practicó la eutanasia, legal en ese país, insertándosele un catéter en el corazón para permitir la administración de los medicamentos que detendrían su sufrimiento.

Cadena perpetua.

A pesar de los testimonios contradictorios de Berlinah, las investigaciones dieron con la verdad del asunto. La mujer había realizado mas de 80 búsquedas en internet sobre acido sulfúrico, terminando comprando una botella en Amazon. 

Berlina Wallace fue hallada culpable y fue sentenciada a cadena perpetua por el delito de lanzar una sustancia corrosiva intencionalmente, sin embargo, fue declarada inocente del cargo de asesinato.